47Soy muy feliz de tener tus enseñanzas y las amo con todas mis fuerzas.
48Elevo mis manos en oración, honrando tus mandamientos. Meditaré en tus enseñanzas con devoción.
49Recuerda la promesa que me has hecho, a mi, tu siervo. Tu promesa es mi única esperanza.
50¡En medio de mi miseria, solo me consuela tu promesa y me alienta a seguir!
51Los arrogantes se burlan de mi, pero yo no abandonaré tus enseñanzas.
52Medito en las instrucciones que nos diste hace mucho tiempo, Señor, y me proporcionan seguridad.
53Me enojo con los malvados porque ellos han rechazado tu ley.
54Tus enseñanzas son música a mis oídos en todo lugar donde habito.
55Por la noche pienso en quien tú eres, Señor, y hago tu voluntad.
56Porque vivo siguiendo tus principios.
57Señor, ¡tú eres mío! He prometido hacer tu voluntad.
58Mi ser entero anhela tu bendición. Por favor, sé bondadoso conmigo, como me lo has prometido.
59Al reflexionar sobre mi vida, vuelvo a decidir seguir tus enseñanzas.
60Me apresuro a cumplir tus mandamientos sin vacilar.
61Aún cuando los malvados traten de ponerme de su parte, no olvidaré tus enseñanzas.
62De noche despierto para agradecerte porque tu ley es buena.
63Me agradan los que te siguen, los que hacen tu voluntad.
64Señor, tú amas a todos los habitantes de la tierra, pero a mi muéstrame tu voluntad.
65Tú has sido muy bueno conmigo, Señor, tal como me lo has prometido.
66Ahora enséñame a hacer juicio con justicia y a tener discernimiento porque creo en tus enseñanzas.
67Antes estuve sufriendo, mientras vagaba lejos de ti, pero ahora hago tu voluntad.
68Como eres bueno, todo lo que haces es bueno. Enséñame, Señor, tus caminos.
69Los arrogantes difaman mi reputación con mentiras, pero yo sigo tus mandamientos con todo mi corazón.
70Ellos son fríos y e insensibles, pero yo amo tu ley.