43No me impidas hablar tus palabras de verdad, porque he puesto toda mi confianza en tu justo juicio.
44Seguiré viviendo tus enseñanzas por siempre y para siempre.
45Viviré en libertad, porque me he dedicado a obedecerte.
46Instruiré a los reyes sobre tus leyes, y no seré avergonzado.
47Soy muy feliz de tener tus enseñanzas y las amo con todas mis fuerzas.
48Elevo mis manos en oración, honrando tus mandamientos. Meditaré en tus enseñanzas con devoción.
49Recuerda la promesa que me has hecho, a mi, tu siervo. Tu promesa es mi única esperanza.