156¡Pero Señor, tu misericordia es grande! ¡Te pido que por tu justicia me dejes vivir!
157A pesar de que muchos me maltratan y me persiguen, no me he apartado de tu ley.
158Me indigna ver a los infieles porque aborrecen tu palabra.
159Señor, mira cuánto amo tus mandamientos. Por favor, déjame vivir, conforme a tu amor incondicional.
160¡Tu palabra es verdad! Y todas tus leyes permanecerán para siempre.
161Los líderes me persiguen sin razón alguna, pero yo solo respeto a tu palabra.
162Tu palabra me hace tan feliz como aquél que encuentra un inmenso tesoro.
163Aborrezco y rechazo la mentira, pero amo tus enseñanzas.