148En la noche hago vigilia y medito en tu palabra.
149Escúchame, Señor, con amor incondicional. Guarda mi vida, Señor, porque siempre haces lo recto.
150Los malvados se apresuran a atacarme. Ellos rechazan por tu palabra por completo.
151Pero tú, Señor, estás aquí a mi lado. Todos tus mandamientos son verdaderos.
152Desde hace mucho entendí que tus leyes permanecerán para siempre.
153¡Por favor mira mi sufrimiento y sálvame! Mira que no me he olvidado de tus enseñanzas.
154Defiende mi causa y sálvame conforme a tu promesa. ¡Guarda mi vida, Señor!
155Los malvados no pueden ser salvos, porque menosprecian tus enseñanzas.
156¡Pero Señor, tu misericordia es grande! ¡Te pido que por tu justicia me dejes vivir!
157A pesar de que muchos me maltratan y me persiguen, no me he apartado de tu ley.