144Tus leyes siempre son justas. Ayúdame a entenderlas para poder vivir.
145¡Mi ser entero clama a ti, Señor! ¡Por favor, respóndeme! Yo seguiré tus mandatos.
146A ti oro, y pido salvación para poder hacer tu voluntad.
147Temprano me levanto y clamo a ti por ayuda. En tu palabra pongo mi esperanza.
148En la noche hago vigilia y medito en tu palabra.
149Escúchame, Señor, con amor incondicional. Guarda mi vida, Señor, porque siempre haces lo recto.
150Los malvados se apresuran a atacarme. Ellos rechazan por tu palabra por completo.
151Pero tú, Señor, estás aquí a mi lado. Todos tus mandamientos son verdaderos.
152Desde hace mucho entendí que tus leyes permanecerán para siempre.
153¡Por favor mira mi sufrimiento y sálvame! Mira que no me he olvidado de tus enseñanzas.
154Defiende mi causa y sálvame conforme a tu promesa. ¡Guarda mi vida, Señor!