28¿Andará el hombre sobre las brasas, sin que sus pies se abrasen?
29Así el que entrare á la mujer de su prójimo; no será sin culpa cualquiera que la tocare.
30No tienen en poco al ladrón, cuando hurtare para saciar su alma teniendo hambre:
31Empero tomado, paga las setenas, da toda la sustancia de su casa.