4Entonces tendrás gracia y un buen nombre a los ojos de Dios y de los hombres.
5Pon toda tu esperanza en Dios, y no te apoyes en tu propia inteligencia.
6En todos tus caminos escúchalo, y él enderezará tus pasos.
7No valores demasiado tu sabiduría; deja que el temor de Jehová esté delante de ti, y guárdate del mal.
8Esto dará fortaleza a tu carne y vida nueva a tus huesos.
9Honra a Jehová con tus riquezas, y con las primicias de todos tus frutos;
10así tus graneros estarán llenos de grano, y tus depósitos rebosarán de vino nuevo.
11Hijo mío, no endurezcas tu corazón contra las enseñanzas del Señor; no te enojes con su entrenamiento:
12Porque a los que le son amados, el Señor corrige, como él padre corrige al hijo que le agrada.
13Feliz es el hombre que hace el descubrimiento de la sabiduría, y el que obtiene el conocimiento.
14Para comerciar en ella es mejor que comerciar en plata, y su ganancia mayor que oro brillante.
15Ella es más valiosa que las joyas, y nada de lo que puedas desear es justo en comparación con ella.
16Larga vida está en su mano derecha, y en su izquierda están la riqueza y el honor.