25No temas al peligro repentino, ni a la tempestad que vendrá sobre los malhechores:
26Porque Jehová será tu esperanza, y guardará tu pie de ser tomado en la red.
27No te niegues a hacer el bien a aquellos que tienen derecho a ello, cuando esté en el poder de tu mano hacerlo.
28No digas a tu prójimo: vete, y ven, y mañana yo daré; cuando lo tienes por ti en ese momento.
29No hagas malos designios contra tu prójimo, porque él esté contigo sin temor.