22Las palabras de uno que dice mal de su prójimo en secreto son como alimento dulce, descienden a las partes internas del estómago.
23Los labios lisos y el corazón malo son como un vaso de barro bañado en plata.
24Con sus labios, el que odia hace que las cosas parezcan lo que no son, pero el engaño se acumula dentro de él;
25Cuando dice palabras buenas, no tengas fe en él; porque en su corazón hay siete males.