1El corazón del rey en las manos del Señor es como las corrientes de agua, y por él se vuelve en cualquier dirección a su placer.
2Todo el camino de un hombre parece correcto para sí mismo, pero el Señor es el que prueba los corazones.
3Hacer lo correcto y verdadero es más agradable para el Señor que una ofrenda.
4Una mirada alta y un corazón de orgullo, los pensamientos del malvado es el pecado.