7Un hombre recto continúa con su justicia: ¡Felices son sus hijos después de él!
8Un rey en el tribunal juzga todo el mal con sus ojos.
9¿Quién puede decir: Yo he limpiado mi corazón, estoy libre de mi pecado?
10Pesas desiguales y medidas desiguales, todos son repugnantes para el Señor.
11Incluso un niño puede ser juzgado por sus obras, si su trabajo es libre de pecado y si es correcto.