19Las rodillas del mal se inclinan ante el bien; y los pecadores descienden en el polvo a las puertas de los rectos.
20El pobre es odiado incluso por su prójimo, pero el hombre rico tiene muchos amigos.
21El que no respeta a su prójimo es un pecador, pero el que tiene lástima de los pobres es feliz.
22¿No se equivocarán los que maquinan el mal? Pero la misericordia y la buena fe son para los obradores del bien.
23En todo trabajo duro hay ganancias, pero hablar solo hace que un hombre sea pobre.
24Su sabiduría es una corona para los sabios, pero su comportamiento necio es alrededor de la cabeza de los imprudentes.