8El hombre recto es quitado de la angustia, y en su lugar viene el pecador.
9Con su boca el hombre malo envía destrucción a su prójimo; pero a través del conocimiento, los justos se sacan de problemas.
10Cuando las cosas van bien para el hombre recto, todo el pueblo está contento; a la muerte de los pecadores, hay gritos de alegría.