3La justicia de los rectos será su guía, pero los caminos retorcidos de los falsos serán su destrucción.
4La riqueza no tiene ganancia en el día del juicio, pero la justicia mantiene a un hombre a salvo de la muerte.
5La justicia del hombre bueno hará que su camino sea recto, pero el pecado del malhechor será la causa de su caída.
6La justicia de los rectos será su salvación, pero los falsos mismos serán tomados en sus designios malvados.
7Al morir un hombre recto, su esperanza no llega a su fin, pero la esperanza del malhechor llega a la destrucción.
8El hombre recto es quitado de la angustia, y en su lugar viene el pecador.
9Con su boca el hombre malo envía destrucción a su prójimo; pero a través del conocimiento, los justos se sacan de problemas.
10Cuando las cosas van bien para el hombre recto, todo el pueblo está contento; a la muerte de los pecadores, hay gritos de alegría.
11Por la bendición del hombre recto, la ciudad se hace grande, pero la boca del malhechor la derriba.
12El que tiene una mala opinión de su prójimo no tiene sentido, pero el sabio guarda silencio.
13El que habla de los demás hace públicos los secretos, pero el hombre de corazón sincero lo cubre.
14Cuando no hay una sugerencia de ayuda, la gente tendrá una caída, pero con una serie de guías sabios estarán a salvo.
15El que se hace responsable de un hombre extraño sufrirá mucha pérdida; pero el enemigo de fianzas estará a salvo.
16Una mujer que está llena de gracia es honrada, pero una mujer que odia la rectitud es un asiento de vergüenza: los que odian el trabajo sufrirán la pérdida, pero los fuertes conservarán su riqueza.
17El hombre que tiene misericordia será recompensado, pero el hombre cruel es la causa de problemas para sí mismo.
18El pecador recibe el pago del engaño; pero su recompensa es segura de quién pone en la semilla de la rectitud.
19Así que la justicia da vida; pero el que persigue el mal obtiene la muerte para sí mismo.
20Los imprudentes son odiados por el Señor, pero aquellos cuyos caminos son sin error son su deleite.
21Ciertamente, el malhechor no se librará del castigo, pero la simiente del hombre recto estará a salvo.
22Como un anillo de oro en la nariz de un cerdo, es una mujer hermosa que no tiene sentido.
23El deseo del hombre recto es solo para bien, pero la ira está esperando al malhechor.