13El publicano, por otro lado, manteniéndose lejos, y sin levantar ni siquiera sus ojos al cielo, hizo señales de dolor y dándose golpes de pecho dijo: Dios, ten misericordia de mí, un pecador.
14Les digo que este hombre regresó a su casa con la aprobación de Dios, y no el otro, porque todo el que se engrandece a sí mismo será humillado y el que se humilla será engrandecido.