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Juan 4:23-48 in Spanish

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Juan 4:23-48 in La Biblia en Español Sencillo

23 Pero el tiempo está llegando, e incluso ahora está aquí, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre de todo corazón conforme al Espíritu de Dios, porque estos son los adoradores que el Padre desea.
24 Dios es Espíritu: entonces que sus adoradores le den culto verdadero conforme al Espíritu de Dios.
25 La mujer le dijo: estoy segura de que el Mesías, que se llama Cristo, viene; cuando él nos aclare todas las cosas.
26 Jesús le dijo a ella, yo, que estoy hablando contigo, ése soy yo.
27 En ese momento, los discípulos regresaron, y se sorprendieron al verlo hablando con una mujer; pero ninguno de ellos le dijo: ¿Cuál es tu propósito? o, ¿por qué estás hablando con ella?
28 Entonces la mujer dejó su jarra de agua y se fue a la ciudad, y le dijo a la gente:
29 ¡Ven a ver a un hombre que me ha estado hablando de todo lo que hice! ¿Es posible que este sea el Cristo?
30 Entonces salieron de la ciudad y se acercaron a él.
31 Mientras esto sucedía, los discípulos le decían a Jesús, Maestro, come algo.
32 Pero él les dijo: Tengo comida de la que no tienen conocimiento.
33 Entonces los discípulos dijeron el uno al otro, ¿Alguien le dio comida?
34 Jesús dijo: Mi alimento es hacer el placer de aquel que me envió y completar su trabajo.
35 Ustedes dirían: dentro de cuatro meses es el momento de cortar el grano. Echa un vistazo, te digo, en los campos; incluso ahora son blancos para cortar.
36 El que corta ahora tiene su recompensa; él que está juntando cosecha es para la vida eterna, para que el que hizo la siembra y el que entra en la cosecha puedan gozar juntos.
37 En esto, el dicho es verdadero, uno hace la siembra y otro cosecha.
38 Te envié a buscar una cosecha que no has tenido que plantar: otros hombres lo hicieron y tú tomas la recompensa.
39 Ahora varias personas de esa ciudad tenían fe en él por el testimonio de la mujer: me ha estado hablando de todo lo que hice.
40 Entonces, cuando la gente vino a él, le pidieron que estuviera entre ellos por un tiempo, y estuvo allí dos días.
41 Y un gran número más de ellos llegó a tener fe en él por lo que él mismo dijo.
42 Y le dijeron a la mujer: Ahora tenemos fe, pero no por tu historia: nosotros mismos hemos escuchado sus palabras, y estamos seguros de que él es verdaderamente el Salvador del mundo.
43 Y después de los dos días él siguió de allí a Galilea.
44 Porque el mismo Jesús dijo que un profeta no tiene honor en el país de su nacimiento.
45 Así que cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron con gozo por las cosas que le habían visto hacer en Jerusalén en la fiesta, ellos mismos habían estado allí en la fiesta.
46 Entonces vino a Caná, en Galilea, donde había hecho el vino del agua. Y había cierto hombre de alto rango cuyo hijo estaba enfermo en Capernaúm.
47 Cuando llegó a sus oídos que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a verlo y le pidió que fuera a su casa a ver a su hijo, que estaba cerca de la muerte, y lo curara.
48 Entonces Jesús le dijo: No tendrás fe si no ves señales y prodigios.
Juan 4 in La Biblia en Español Sencillo

Juan 4:23-48 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
25 Dícele la mujer: Sé que el Mesías ha de venir, el cual se dice el Cristo: cuando él viniere nos declarará todas las cosas.
26 Dícele Jesús: Yo soy, que hablo contigo.
27 Y en esto vinieron sus discípulos, y maravilláronse de que hablaba con mujer; mas ninguno dijo: ¿Qué preguntas? ó, ¿Qué hablas con ella?
28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fué á la ciudad, y dijo á aquellos hombres:
29 Venid, ved un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿si quizás es éste el Cristo?
30 Entonces salieron de la ciudad, y vinieron á él.
31 Entre tanto los discípulos le rogaban, diciendo: Rabbí, come.
32 Y él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.
33 Entonces los discípulos decían el uno al otro: ¿Si le habrá traído alguien de comer?
34 Díceles Jesús: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.
35 ¿No decís vosotros: Aun hay cuatro meses hasta que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos, y mirad las regiones, porque ya están blancas para la siega.
36 Y el que siega, recibe salario, y allega fruto para vida eterna; para que el que siembra también goce, y el que siega.
37 Porque en esto es el dicho verdadero: Que uno es el que siembra, y otro es el que siega.
38 Yo os he enviado á segar lo que vosotros no labrasteis: otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.
39 Y muchos de los Samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio, diciendo: Que me dijo todo lo que he hecho.
40 Viniendo pues los Samaritanos á él, rogáronle que se quedase allí: y se quedó allí dos días.
41 Y creyeron muchos más por la palabra de él.
42 Y decían á la mujer: Ya no creemos por tu dicho; porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.
43 Y dos días después, salió de allí, y fuése á Galilea.
44 Porque el mismo Jesús dió testimonio de que el profeta en su tierra no tiene honra.
45 Y como vino á Galilea, los Galileos le recibieron, vistas todas las cosas que había hecho en Jerusalem en el día de la fiesta: porque también ellos habían ido á la fiesta.
46 Vino pues Jesús otra vez á Caná de Galilea, donde había hecho el vino del agua. Y había en Capernaum uno del rey, cuyo hijo estaba enfermo.
47 Este, como oyó que Jesús venía de Judea á Galilea, fué á él, y rogábale que descendiese, y sanase á su hijo, porque se comenzaba á morir.
48 Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y milagros no creeréis.
Juan 4 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

Juan 4:23-48 in Versión Biblia Libre

23 Pero viene el tiempo—y de hecho, ya llegó—cuando los adoradores adorarán al Padre en Espíritu y en verdad, porque este es el tipo de adoradores que el Padre quiere.
24 Dios es Espíritu, así que los adoradores deben adorar en Espíritu y en verdad.”
25 La mujer dijo: “Bueno, yo sé que el Mesías vendrá,” (al que llaman Cristo). “Cuando él venga, él nos lo explicará a todos nosotros.”
26 Jesús respondió: “YO SOY—el que habla contigo.”
27 Justo en ese momento, regresaron los discípulos. Ellos estaban sorprendidos de que él estuviera hablando con una mujer, pero ninguno de ellos le preguntó “¿qué haces?” o “¿por qué estás hablando con ella?”
28 La mujer dejó su tinaja de agua y corrió de regreso a la ciudad, diciendo a la gente:
29 “¡Vengan y conozcan a un hombre que me dijo todo lo que he hecho! ¿Podría ser este el Mesías?”
30 Entonces la gente se fue de la ciudad para verlo.
31 Mientras tanto, los discípulos de Jesús estaban insistiéndole: “¡Maestro, come algo, por favor!”
32 Pero Jesús respondió: “La comida que yo tengo para comer es una de la que ustedes no saben.”
33 “¿Le trajo comida alguien?” se preguntaban los discípulos unos a otros.
34 Jesús les explicó: “Mi comida es hacer la voluntad de Aquél que me envió y completar su obra.
35 ¿No tienen ustedes el dicho: ‘hay cuatro meses entre la siembra y la cosecha?’ ¡Abran sus ojos y miren a su alrededor! Los cultivos están maduros, listos para la siega.
36 Al segador se le paga bien y la cosecha es para vida eterna, a fin de que tanto el sembrador como el segador puedan celebrar juntos.
37 Así que el proverbio que dice ‘uno es el que siembra y otro es el que cosecha,’ es verdadero.
38 Yo los envío a ustedes a cosechar aquello que no sembraron. Otros hicieron la obra, y ustedes han segado ahora los beneficios de lo que ellos hicieron.”
39 Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en él porque la mujer dijo “Él me dijo todo lo que yo he hecho.”
40 Así que cuando vinieron a verlo, le suplicaron que se quedara con ellos. Él permaneció allí por dos días,
41 y por lo que él les dijo, muchos creyeron en él.
42 Ellos le dijeron a la mujer: “Ahora nuestra confianza en él no es por lo que tú nos dijiste sino porque nosotros mismos lo hemos oído. Estamos convencidos de que él es realmente el Salvador del mundo.”
43 Después de dos días, siguió camino a Galilea.
44 Jesús mismo había hecho el comentario de que un profeta no es respetado en su propia tierra.
45 Pero cuando llegó a Galilea, el pueblo lo recibió porque ellos también habían estado en la fiesta de la Pascua y habían visto todo lo que él había hecho en Jerusalén.
46 Él visitó nuevamente Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Cerca, en la ciudad de Capernaúm, vivía un oficial del rey cuyo hijo estaba muy enfermo.
47 Cuando él escuchó que Jesús había regresado de Judea a Galilea, fue a Jesús y le rogó que viniese y sanase a su hijo que estaba a punto de morir.
48 “A menos que vean señales y milagros, ustedes no creerán realmente en mi,” dijo Jesús.
Juan 4 in Versión Biblia Libre