20Ahora estaba muy enojado con la gente de Tiro y Sidón: y vinieron a él, todos juntos, y habiéndose hecho amigos de Blastos, el administrador de la casa del rey Herodes, hicieron un pedido de paz, porque su país dependía de el país del rey por su comida.
21Y en el día que había sido arreglado, Herodes, vestido con sus ropas reales y sentado en tribunal, les hizo una declaración pública.