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Lucas 12:6-35 in Spanish

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Lucas 12:6-35 in La Biblia en Español Sencillo

6 ¿No se dan cinco pajarillos a cambio de dos cuartos? y Dios tiene a cada uno de ellos en mente.
7 Pero incluso los cabellos de tu cabeza están contados. No teman: tienen más valor que una bandada de gorriones.
8 Y les digo que a todo el que me da testimonio delante de los hombres, también el Hijo del hombre dará testimonio delante de los ángeles de Dios.
9 Pero si alguno dice a los hombres que no tiene conocimiento de mí, diré que no tengo conocimiento de él delante de los ángeles de Dios.
10 Y si alguno dice palabra contra el Hijo del hombre, tendrá perdón; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.
11 Y cuando los lleven delante de las sinagogas, de las autoridades y de los gobernantes, no se preocupen por cómo o que habrán de responder :
12 Porque el Espíritu Santo les enseñará en esa misma hora qué deben de decir.
13 Y una de las personas en la multitud le dijo: Maestro, dale una orden a mi hermano para que haga la división de la herencia conmigo.
14 Pero él dijo: Hombre, ¿quién me hizo juez o hacedor de decisiones por ti?
15 Y les dijo: Tengan cuidado de mantenerse libres de la avaricia; porque la vida de un hombre no está compuesta de la cantidad de cosas que posee.
16 Y él les dijo a ellos, en una historia: La tierra de un hombre de gran riqueza era muy fértil:
17 Y él se dijo a sí mismo: ¿Qué hay que hacer? porque no tengo lugar para poner toda mi fruta.
18 Y él dijo: Esto haré: derribaré mis almacenes y haré otros mayores, y allí pondré todo mi frutos y mis bienes.
19 Y le diré a mi alma, Alma, que tienes una gran cantidad de bienes almacenados, suficiente durante varios años; reposate, toma, come, y bebe y se feliz.
20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma, ¿y quién será el dueño de todas las cosas que has juntado?
21 Así que eso es lo que le llega al hombre que obtiene riqueza para sí mismo, y no tiene riqueza a los ojos de Dios.
22 Y dijo a sus discípulos: Por lo cual les digo que no se afanen en sus vidas, qué comerán ni por el cuerpo, qué vestirán.
23 ¿No es la vida más que alimento, y el cuerpo más que su ropa?
24 Piensa en los cuervos; no ponen semillas en la tierra ni siegan; no tienen almacenes o edificios; y Dios les da su alimento: ¡cuánto más valiosos son ustedes que las aves!
25 ¿Y quién de ustedes, al afanarse, puede hacerse más alto?
26 Si, entonces, no pueden hacer ni siquiera lo que es menos, ¿por qué están preocupado por el resto?
27 Piensen en las flores: no trabajan, no hacen ningún hilo; y aún así les digo, incluso Salomón, en toda su gloria, no fue vestido como una de ellas.
28 Pero si Dios da tal ropa a la hierba en el campo, que hoy está viva, y mañana será quemada en el horno, ¿cuánto más te dará ropa, hombres de poca fe?
29 Y no piensen demasiado en lu comida y bebida, y no dejen que su mente esté llena de dudas.
30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero su Padre sabe que tienen necesidad de estas cosas.
31 Pero busca el reino de Dios, y estas otras cosas te serán dadas por añadidura.
32 No temas, pequeño rebaño, porque es un gran placer para su Padre darles el reino.
33 Vendan la propiedad que tienen a cambio de dinero y den el dinero a los pobres; háganse bolsas de dinero que no envejecerán, riquezas almacenadas en el cielo que no se agota, donde ladrón no llega, ni gusano lo destruye.
34 Porque donde están sus riquezas, allí estará su corazón.
35 Prepárense, vestidos como para un viaje, con sus lámparas encendidas.
Lucas 12 in La Biblia en Español Sencillo

San Lucas 12:6-35 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

6 ¿No se venden cinco pajarillos por dos blancas? pues ni uno de ellos está olvidado delante de Dios.
7 Y aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis pues: de más estima sois que muchos pajarillos.
8 Y os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del hombre le confesará delante de los ángeles de Dios;
9 Mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.
10 Y todo aquel que dice palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonado; mas al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.
11 Y cuando os trajeren á las sinagogas, y á los magistrados y potestades, no estéis solícitos cómo ó qué hayáis de responder, ó qué hayáis de decir;
12 Porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que será necesario decir.
13 Y díjole uno de la compañía: Maestro, di á mi hermano que parta conmigo la herencia.
14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me puso por juez ó partidor sobre vosotros?
15 Y díjoles: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
16 Y refirióles una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había llevado mucho;
17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo donde juntar mis frutos?
18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis alfolíes, y los edificaré mayores, y allí juntaré todos mis frutos y mis bienes;
19 Y diré á mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos años; repósate, come, bebe, huélgate.
20 Y díjole Dios: Necio, esta noche vuelven á pedir tu alma; y lo que has prevenido, ¿de quién será?
21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico en Dios.
22 Y dijo á sus discípulos: Por tanto os digo: No estéis afanosos de vuestra vida, qué comeréis; ni del cuerpo, qué vestiréis.
23 La vida más es que la comida, y el cuerpo que el vestido.
24 Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen cillero, ni alfolí; y Dios los alimenta. ¿Cuánto de más estima sois vosotros que las aves?
25 ¿Y quién de vosotros podrá con afán añadir á su estatura un codo?
26 Pues si no podéis aun lo que es menos, ¿para qué estaréis afanosos de lo demás?
27 Considerad los lirios, cómo crecen: no labran, ni hilan; y os digo, que ni Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.
28 Y si así viste Dios á la hierba, que hoy está en el campo, y mañana es echada en el horno; ¿cuánto más á vosotros, hombres de poca fe?
29 Vosotros, pues, no procuréis qué hayáis de comer, ó qué hayáis de beber; ni estéis en ansiosa perplejidad.
30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; que vuestro Padre sabe que necesitáis estas cosas.
31 Mas procurad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.
32 No temáis, manada pequeña; porque al Padre ha placido daros el reino.
33 Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejecen, tesoro en los cielos que nunca falta; donde ladrón no llega, ni polilla corrompe.
34 Porque donde está vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón.
35 Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras antorchas encendidas;
San Lucas 12 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

Lucas 12:6-35 in Versión Biblia Libre

6 ¿Acaso no se venden cinco gorriones por dos centavos? Pero Dios no se olvida de ninguno de ellos.
7 Incluso los cabellos de sus cabezas han sido contados. ¡No tengan miedo, pues ustedes valen más que dos gorriones!
8 “Les aseguro que aquellos que declaran que me pertenecen, el Hijo del hombre también dirá que le pertenecen, delante de los ángeles de Dios.
9 Pero aquellos que me niegan, también serán negados ante los ángeles de Dios.
10 Todo el que habla en contra del Hijo del hombre, será perdonado, pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no será perdonado.
11 “Cuando sean llevados para ser juzgados en las sinagogas, ante los gobernantes, y las autoridades, no tengan miedo sobre cómo van a defenderse, o lo que dirán.
12 El Espíritu Santo les enseñará en ese momento lo que es importante que digan.”
13 Y uno que estaba en la multitud le preguntó a Jesús: “Maestro, por favor, dile a mi hermano que comparta su herencia conmigo.”
14 “Amigo mío,” respondió Jesús, “¿Quién me designó como juez para decidir si esa herencia debe dividirse?” Entonces le dijo a la gente:
15 “Estén alerta, y cuídense de todo pensamiento y acción de avaricia, pues la vida de una persona no se mide por la cantidad de posesiones que tiene.”
16 Entonces les contó un relato como ilustración: “Había un hombre rico que poseía una tierra que era muy productiva.
17 Entonces este hombre pensó para sí: ‘¿Qué haré? No tengo dónde guardar mis cosechas’
18 ‘Ya sé lo que haré,” concluyó. “Derribaré mis graneros y construiré unos más grandes, y luego podré guardar todas las cosechas y todas mis posesiones.
19 Entonces podré decirme a mí mismo: ‘Tienes suficiente para vivir por muchos años, así que relájate, come, bebe y diviértete.’
20 Pero Dios le dijo: ‘¡Hombre necio! Esta misma noche vienen a quitarte la vida, ¿quién se quedará entonces con todo lo que has guardado?’
21 Esto es lo que ocurre con las personas que acumulan riqueza para sí mismas, pero no son ricos en relación con Dios.”
22 Entonces Jesús le dijo a sus discípulos: “Por eso les digo que no se preocupen por las cosas de la vida, por lo que van a comer, o por la ropa que deben usar.
23 La vida es más que comida, y el cuerpo es más que vestir ropa.
24 Miren las aves. Ellas no cosen ni recogen cosechas, no tienen graneros ni almacenes, pero Dios las alimenta. ¡Y ustedes son mucho más valiosos que las aves!
25 ¿Acaso pueden ustedes añadir una hora a su vida preocupándose por ello?
26 Si no pueden hacer nada por cosas tan pequeñas, ¿por qué preocuparse por lo demás?
27 Piensen en los lirios y cómo crecen. Ellos no trabajan ni hilan para hacer ropa, pero yo les aseguro que ni siquiera Salomón en toda su gloria usó vestidos tan hermosos como uno de ellos.
28 “Así que si Dios viste los campos con flores tan hermosas, que hoy están aquí y mañana son quemadas para calentar un horno, ¡cuánto más Dios los vestirá a ustedes, hombres de poca fe!
29 No se preocupen por lo que van a comer o beber, no se preocupen por ello.
30 Todas estas son las cosas por las que se preocupa la gente en el mundo, pero su Padre sabe que ustedes las necesitan.
31 Busquen el reino de Dios, y se les darán estas cosas también.
32 No tengan miedo, pequeño rebaño, porque su Padre se alegra en darles el reino.
33 Vendan lo que tienen, y denle el dinero a los pobres. Tomen tesoros que no se agotan: tesoros en el cielo que nunca se acabarán, donde ningún ladrón puede robarlo, ni el moho puede destruirlo.
34 Porque sus corazones estarán donde esté su tesoro.
35 “Vístanse y estén listos, y mantengan sus lámparas encendidas,
Lucas 12 in Versión Biblia Libre