12 Él no se olvida de castigar a los asesinos, ni ignora el gemido de los que sufren.
13 ¡Ten misericordia de mi, oh, Señor! ¡Mira cómo mis enemigos me persiguen! No me dejes caer por las puertas de la muerte,
14 así podré alabarte en las puertas de Sión, por la alegría de tu salvación.
15 Las naciones han caído en la misma fosa que cavaron; sus pies están atrapados en la misma red que lanzaron.