7 La asamblea celestial teme a Dios; todos los que lo rodean son abrumados por su presencia.
8 Señor, Dios todo poderoso, ¿Quién es tan poderoso como tú? En todo esto, Señor, tú eres digno de confianza.
9 Tú gobiernas sobre los mares embravecidos; tú calmas sus olas tormentosas.
10 Aplastaste a Rahab (el mostruo marino) hasta la muerte; dispersaste a tus enemigos con tu poder.
11 Los cielos te pertenecen, y la tierra también; tú hiciste el mundo, y todo lo que en él está.
12 Creaste el norte y el sur; el Monte Tabor y el Monte Hermón te celebran.
13 Tu brazo es poderoso. Tu mano es fuerte. Tu diestra se mantiene en alto al mando.
14 Tu carácter de bondad y equidad son la base de tu gobierno; el amor y la confianza están siempre contigo.
15 Cuán felices son aquellos que saben cómo gritar tus alabanzas, Señor. Porque ellos viven en la luz de tu presencia.
16 Te celebran de día y de noche, se alegran tanto de que hagas lo que es correcto.
17 Ellos confían a ti su gloria y sus fuerzas; levántanos por tu poder.
18 Sí, el Señor es el único que nos protege, y nuestro rey pertenece al santo de Israel.
19 Una vez hablaste en una visión a tu siervo fiel y dijiste: “Le he dado fuerza al guerrero que he escogido de entre el pueblo para convertirlo en rey.
20 He escogido a David, mi siervo, y lo he ungido con el aceite de mi santidad.
21 He puesto mi mano sobre él para reafirmarlo; y lo he hecho fuerte con mi brazo poderoso.
22 Sus enemigos no lo destruirán; los malvados no lo harán caer al suelo.
23 Acabaré con sus enemigos antes que él; derribaré a aquellos que lo odian.
24 La fidelidad de mi amor estarán con él, y con mi ayuda saldrá victorioso.
25 Extenderé su gobierno desde el Mar Mediterráneo hasta el río Éufrates
26 Él invocará mi nombre, diciendo, ‘Tú eres mi padre, mi Dios, y la roca de mi salvación.’
27 Lo haré también mi primogénito, el más grande de los reyes de la tierra.
28 Lo amaré por siempre; mi pacto con él nunca llegará a un fin.
29 Me aseguraré de que su linaje real dure para siempre; su dinastía continuará, y será tan extensa como los cielos.
30 Pero si sus descendientes abandonan mi ley, si no siguen mis reglas,
31 si rompen mis decretos, y no siguen mis mandamientos,
32 castigaré su rebelión golpeándolos con una vara, y su pecados los herirán con un látigo.
33 Sin embargo, no alejaré mi amor de él; no romperé la promesa que le he hecho.
34 No anularé el acuerdo que tengo con él; no alteraré una sola palabra de lo que he dicho.
35 He hecho un voto a David por mi carácter santo, prometiendo de que no le mentiría.
36 Su linaje real permanecerá para siempre, y su dinastía permanecerá ante mí tanto como el sol ha permanecido.
37 Continuará como la luna, un testigo de los cielos que ha perdurado desde siempre.” Selah.
38 ¡Pero tú me has rechazado y me has abandonado! ¡Estás enojado con tu rey escogido!
39 ¡Has roto el acuerdo que tenías con él; has tirado su corona al suelo!
40 Has derribado sus muros de defensa; has arruinado su fortaleza.
41 Todo el que ha pasado por allí lo ha robado; se ha convertido en objeto de burla para las naciones cercanas.
42 Has hecho a sus enemigos fuertes; has permitido que celebren su victoria.