2 Porque dije: Para siempre será edificada misericordia; en los mismos cielos apoyarás tu verdad.
3 Hice alianza con mi escogido; juré á David mi siervo, diciendo:
4 Para siempre confirmaré tu simiente, y edificaré tu trono por todas las generaciones. (Selah.)
5 Y celebrarán los cielos tu maravilla, oh Jehová; tu verdad también en la congregación de los santos.
6 Porque ¿quién en los cielos se igualará con Jehová? ¿quién será semejante á Jehová entre los hijos de los potentados?
7 Dios terrible en la grande congregación de los santos, y formidable sobre todos cuantos están alrededor suyo.
8 Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿quién como tú? Poderoso eres, Jehová, y tu verdad está en torno de ti.
9 Tú tienes dominio sobre la bravura de la mar: cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas.
10 Tú quebrantaste á Rahab como á un muerto: con el brazo de tu fortaleza esparciste á tus enemigos.
11 Tuyos los cielos, tuya también la tierra: el mundo y su plenitud, tú lo fundaste.
12 Al aquilón y al austro tú los criaste: Tabor y Hermón cantarán en tu nombre.
13 Tuyo el brazo con valentía; fuerte es tu mano, ensalzada tu diestra.
14 Justicia y juicio son el asiento de tu trono: misericordia y verdad van delante de tu rostro.
15 Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte: andarán, oh Jehová, á la luz de tu rostro.
16 En tu nombre se alegrarán todo el día; y en tu justicia serán ensalzados.
17 Porque tú eres la gloria de su fortaleza; y por tu buena voluntad ensalzarás nuestro cuerno.