12 Creaste el norte y el sur; el Monte Tabor y el Monte Hermón te celebran.
13 Tu brazo es poderoso. Tu mano es fuerte. Tu diestra se mantiene en alto al mando.
14 Tu carácter de bondad y equidad son la base de tu gobierno; el amor y la confianza están siempre contigo.
15 Cuán felices son aquellos que saben cómo gritar tus alabanzas, Señor. Porque ellos viven en la luz de tu presencia.
16 Te celebran de día y de noche, se alegran tanto de que hagas lo que es correcto.
17 Ellos confían a ti su gloria y sus fuerzas; levántanos por tu poder.
18 Sí, el Señor es el único que nos protege, y nuestro rey pertenece al santo de Israel.
19 Una vez hablaste en una visión a tu siervo fiel y dijiste: “Le he dado fuerza al guerrero que he escogido de entre el pueblo para convertirlo en rey.
20 He escogido a David, mi siervo, y lo he ungido con el aceite de mi santidad.
21 He puesto mi mano sobre él para reafirmarlo; y lo he hecho fuerte con mi brazo poderoso.
22 Sus enemigos no lo destruirán; los malvados no lo harán caer al suelo.
23 Acabaré con sus enemigos antes que él; derribaré a aquellos que lo odian.
24 La fidelidad de mi amor estarán con él, y con mi ayuda saldrá victorioso.
25 Extenderé su gobierno desde el Mar Mediterráneo hasta el río Éufrates
26 Él invocará mi nombre, diciendo, ‘Tú eres mi padre, mi Dios, y la roca de mi salvación.’
27 Lo haré también mi primogénito, el más grande de los reyes de la tierra.
28 Lo amaré por siempre; mi pacto con él nunca llegará a un fin.
29 Me aseguraré de que su linaje real dure para siempre; su dinastía continuará, y será tan extensa como los cielos.
30 Pero si sus descendientes abandonan mi ley, si no siguen mis reglas,