56 Mas tentaron y enojaron al Dios Altísimo, y no guardaron sus testimonios;
57 Sino que se volvieron, y se rebelaron como sus padres: volviéronse como arco engañoso.
58 Y enojáronlo con sus altos, y provocáronlo á celo con sus esculturas.
59 Oyólo Dios, y enojóse, y en gran manera aborreció á Israel.
60 Dejó por tanto el tabernáculo de Silo, la tienda en que habitó entre los hombres;
61 Y dió en cautividad su fortaleza, y su gloria en mano del enemigo.
62 Entregó también su pueblo á cuchillo, y airóse contra su heredad.
63 El fuego devoró sus mancebos, y sus vírgenes no fueron loadas en cantos nupciales.
64 Sus sacerdotes cayeron á cuchillo, y sus viudas no lamentaron.
65 Entonces despertó el Señor á la manera del que ha dormido, como un valiente que grita excitado del vino: