5 Puso un testigo en Jacob, e hizo una ley en Israel; que él dio a nuestros padres para que pudieran darles conocimiento de ellos a sus hijos;
6 Para que la generación venidera pueda tener conocimiento de ellos, incluso de los hijos del futuro, que les den a conocer a sus hijos;
7 Para que pongan su esperanza en Dios, y no dejen que las obras de Dios se salgan de sus mentes, sino que guarden sus leyes;
8 y no sean como sus padres, una generación dura e incontrolada; una generación cuyo corazón era duro, cuyo espíritu no era fiel a Dios.
9 Los hijos de Efraín, armados con arcos, volvieron las espaldas en el día de la pelea.
10 No fueron gobernados por la palabra de Dios, y no quisieron ir en el camino de su ley;
11 Dejaron sus obras fuera de su memoria, y las maravillas que les había hecho ver.
12 Hizo grandes obras delante de sus padres, en la tierra de Egipto, en los campos de Zoán.
13 El mar fue cortado en dos para que pudieran pasar; las aguas se juntaron de lado a lado.
14 Durante el día los guiaba en la nube, y durante toda la noche con una luz de fuego.
15 Las rocas del desierto fueron quebradas por su poder, y él les dio a beber como de las aguas profundas.
16 Hizo salir arroyos de la peña; y las aguas descender como ríos.