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Salmos 78:4-59 in Spanish

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Salmos 78:4-59 in La Biblia en Español Sencillo

4 No los mantendremos en secreto de nuestros hijos; aclararemos a la generación venidera las alabanzas del Señor y su fortaleza, y las grandes obras de asombro que ha hecho.
5 Puso un testigo en Jacob, e hizo una ley en Israel; que él dio a nuestros padres para que pudieran darles conocimiento de ellos a sus hijos;
6 Para que la generación venidera pueda tener conocimiento de ellos, incluso de los hijos del futuro, que les den a conocer a sus hijos;
7 Para que pongan su esperanza en Dios, y no dejen que las obras de Dios se salgan de sus mentes, sino que guarden sus leyes;
8 y no sean como sus padres, una generación dura e incontrolada; una generación cuyo corazón era duro, cuyo espíritu no era fiel a Dios.
9 Los hijos de Efraín, armados con arcos, volvieron las espaldas en el día de la pelea.
10 No fueron gobernados por la palabra de Dios, y no quisieron ir en el camino de su ley;
11 Dejaron sus obras fuera de su memoria, y las maravillas que les había hecho ver.
12 Hizo grandes obras delante de sus padres, en la tierra de Egipto, en los campos de Zoán.
13 El mar fue cortado en dos para que pudieran pasar; las aguas se juntaron de lado a lado.
14 Durante el día los guiaba en la nube, y durante toda la noche con una luz de fuego.
15 Las rocas del desierto fueron quebradas por su poder, y él les dio a beber como de las aguas profundas.
16 Hizo salir arroyos de la peña; y las aguas descender como ríos.
17 Y siguieron pecando contra él aún más, apartándose del Altísimo en el desierto;
18 Probando a Dios en sus corazones, pidiendo carne por su deseo.
19 Dijeron palabras crueles contra Dios, diciendo: ¿Puede Dios preparar una mesa en el desierto?
20 Mira, la roca fue cortada por su poder, por lo que el agua salió corriendo, y arroyos desbordantes; ¿él puede darnos pan? ¿es capaz de obtener carne para su gente?
21 Así que estas cosas vinieron a oídos del Señor, y él se enojó; y se encendió un fuego contra Jacob, y vino la ira contra Israel;
22 Porque no tenían fe en Dios, ni esperanza en su salvación.
23 Y dio órdenes a las nubes en lo alto, y las puertas del cielo estaban abiertas;
24 Y envió como lluvia de maná, y les dio el grano del cielo.
25 El hombre tomó parte en el alimento de los ángeles; les envió carne en toda su medida.
26 Envió un viento del este del cielo, impulsando el viento del sur con su poder.
27 Envió carne sobre ellos como el polvo, y aves emplumadas como la arena del mar,
28 Y él dejó que baje a su lugar de descanso, alrededor de sus tiendas.
29 Así que tenían comida y estaban llenos; porque él les dio su deseo;
30 Pero no se apartaron de sus deseos; y mientras la comida todavía estaba en sus bocas,
31 Vino sobre ellos la ira de Dios, y mató a los más robustos, y acabó con los jóvenes de Israel.
32 Por todo esto siguieron pecando aún más, y no tuvieron fe en sus grandes maravillas.
33 Así que sus días fueron desperdiciados como un aliento, y sus años en problemas.
34 Cuando les mandó la muerte, lo buscaron; entonces se volvían a él buscándolo con cuidado;
35 Entonces se acordaban que Dios era su Roca, y el Dios Altísimo su salvador.
36 Pero sus labios y lengua le eran falsos;
37 Y sus corazones no estaban bien con él, y no guardaron su pacto con él.
38 Pero él, lleno de piedad, tiene perdón por el pecado, y no pone fin al hombre: frecuentemente retracta su ira, y no se enoja violentamente.
39 Así que tuvo en cuenta que ellos eran solo carne; un aliento que se va rápidamente, y no volverá.
40 ¡Con qué frecuencia iban contra él en el desierto. y le daban motivo de aflicción en el desierto!
41 Otra vez pusieron a Dios a prueba, y le dieron dolor al Santo de Israel.
42 No tuvieron en cuenta el trabajo de su mano, ni el día en que los quitó del poder de sus enemigos;
43 cómo hizo sus señales en Egipto, y sus maravillas en el campo de Zoán;
44 De modo que sus ríos se convirtieron en sangre, y no pudieron beber de sus arroyos.
45 Envió diferentes tipos de moscas entre ellos, envenenando su carne; y ranas para su destrucción.
46 El dio el aumento de sus campos a los gusanos, los frutos de su industria a los saltamontes.
47 Envió hielo para la destrucción de sus vides; sus árboles fueron dañados por el frío glacial.
48 Hielo fue llovido sobre su ganado; tormentas eléctricas enviaron destrucción entre las bandadas.
49 Envió sobre ellos el ardor de su ira, su amargo disgusto, y liberó ángeles malvados entre ellos.
50 Dejó que su ira se saliera con la suya; él no retuvo su alma de la muerte, sino que dio su vida a la enfermedad.
51 Él dio a la destrucción a todos los primeros hijos de Egipto; los primeros frutos de su fuerza en las tiendas de Cam;
52 Pero él tomó a su pueblo como ovejas, y los guió en la tierra desolada como un rebaño.
53 Los llevó a salvo para que no tuvieran miedo; pero sus enemigos estaban cubiertos por el mar.
54 Y él fue su guía a su tierra santa, hasta el monte que su diestra había hecho suyo;
55 Expulsando naciones delante de ellos, marcando la línea de su herencia, y dando a las personas de Israel sus tiendas para un lugar de descanso.
56 Pero ellos se amargaron contra el Dios Altísimo, lo probaron y no guardaron sus leyes;
57 Sus corazones se volvieron atrás y falsos como sus padres; fueron convertidos a un lado como un arco retorcido.
58 Le enojaron con sus altares paganos; adorando ídolos, lo provocaron a celos.
59 Cuando esto llegó a oídos de Dios, se enojó mucho y abandonó a Israel por completo;
Salmos 78 in La Biblia en Español Sencillo

Salmos 78:4-59 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

4 No las encubriremos á sus hijos, contando á la generación venidera las alabanzas de Jehová, y su fortaleza, y sus maravillas que hizo.
5 El estableció testimonio en Jacob, y pusó ley en Israel; la cual mandó á nuestros padres que la notificasen á sus hijos;
6 Para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; y los que se levantarán, lo cuenten á sus hijos;
7 A fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden de las obras de Dios, y guarden sus mandamientos:
8 Y no sean como sus padres, generación contumaz y rebelde; generación que no apercibió su corazón, ni fué fiel para con Dios su espíritu.
9 Los hijos de Ephraim armados, flecheros, volvieron las espaldas el día de la batalla.
10 No guardaron el pacto de Dios, ni quisieron andar en su ley:
11 Antes se olvidaron de sus obras, y de sus maravillas que les había mostrado.
12 Delante de sus padres hizo maravillas en la tierra de Egipto, en el campo de Zoán.
13 Rompió la mar, é hízolos pasar; é hizo estar las aguas como en un montón.
14 Y llevólos de día con nube, y toda la noche con resplandor de fuego.
15 Hendió las peñas en el desierto: y dióles á beber como de grandes abismos;
16 Pues sacó de la peña corrientes, é hizo descender aguas como ríos.
17 Empero aun tornaron á pecar contra él, enojando en la soledad al Altísimo.
18 Pues tentaron á Dios en su corazón, pidiendo comida á su gusto.
19 Y hablaron contra Dios, diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto?
20 He aquí ha herido la peña, y corrieron aguas, y arroyos salieron ondeando: ¿podrá también dar pan? ¿aparejará carne á su pueblo?
21 Por tanto oyó Jehová, é indignóse: y encendióse el fuego contra Jacob, y el furor subió también contra Israel;
22 Por cuanto no habían creído á Dios, ni habían confiado en su salud:
23 A pesar de que mandó á las nubes de arriba, y abrió las puertas de los cielos,
24 E hizo llover sobre ellos maná para comer, y dióles trigo de los cielos.
25 Pan de nobles comió el hombre: envióles comida á hartura.
26 Movió el solano en el cielo, y trajo con su fortaleza el austro.
27 E hizo llover sobre ellos carne como polvo, y aves de alas como arena de la mar.
28 E hízolas caer en medio de su campo, alrededor de sus tiendas.
29 Y comieron, y hartáronse mucho: cumplióles pues su deseo.
30 No habían quitado de sí su deseo, aun estaba su vianda en su boca,
31 Cuando vino sobre ellos el furor de Dios, y mató los más robustos de ellos, y derribó los escogidos de Israel.
32 Con todo esto pecaron aún, y no dieron crédito á sus maravillas.
33 Consumió por tanto en nada sus días, y sus años en la tribulación.
34 Si los mataba, entonces buscaban á Dios; entonces se volvían solícitos en busca suya.
35 Y acordábanse que Dios era su refugio, y el Dios Alto su redentor.
36 Mas le lisonjeaban con su boca, y con su lengua le mentían:
37 Pues sus corazones no eran rectos con él, ni estuvieron firmes en su pacto.
38 Empero él misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruía: y abundó para apartar su ira, y no despertó todo su enojo.
39 Y acordóse que eran carne; soplo que va y no vuelve.
40 ¡Cuántas veces lo ensañaron en el desierto, lo enojaron en la soledad!
41 Y volvían, y tentaban á Dios, y ponían límite al Santo de Israel.
42 No se acordaron de su mano, del día que los redimió de angustia;
43 Cuando puso en Egipto sus señales, y sus maravillas en el campo de Zoán;
44 Y volvió sus ríos en sangre, y sus corrientes, porque no bebiesen.
45 Envió entre ellos una mistura de moscas que los comían, y ranas que los destruyeron.
46 Dió también al pulgón sus frutos, y sus trabajos á la langosta.
47 Sus viñas destruyó con granizo, y sus higuerales con piedra;
48 Y entregó al pedrisco sus bestias, y al fuego sus ganados.
49 Envió sobre ellos el furor de su saña, ira y enojo y angustia, con misión de malos ángeles.
50 Dispuso el camino á su furor; no eximió la vida de ellos de la muerte, sino que entregó su vida á la mortandad.
51 E hirió á todo primogénito en Egipto, las primicias de las fuerzas en las tiendas de Châm.
52 Empero hizo salir á su pueblo como ovejas, y llevólos por el desierto, como un rebaño.
53 Y guiólos con seguridad, que no tuvieron miedo; y la mar cubrió á sus enemigos.
54 Metiólos después en los términos de su santuario, en este monte que ganó su mano derecha.
55 Y echó las gentes de delante de ellos, y repartióles una herencia con cuerdas; é hizo habitar en sus moradas á las tribus de Israel.
56 Mas tentaron y enojaron al Dios Altísimo, y no guardaron sus testimonios;
57 Sino que se volvieron, y se rebelaron como sus padres: volviéronse como arco engañoso.
58 Y enojáronlo con sus altos, y provocáronlo á celo con sus esculturas.
59 Oyólo Dios, y enojóse, y en gran manera aborreció á Israel.
Salmos 78 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

Salmos 78:4-59 in Versión Biblia Libre

4 No las ocultaremos de nuestros hijos. Le contaremos a la siguiente generación sobre las maravillas que Dios ha hecho; sobre su poder y grandes obras.
5 Él entregó sus leyes a los descendientes de Jacob; dio sus instrucciones al pueblo de Israel. Él ordenó a nuestros padres para que las enseñaran a sus hijos,
6 a fin de que la siguiente generación—los que aún no habían nacido—entendieran y crecieran para enseñar a sus hijos.
7 De esta forma debían mantener su fe en Dios y no olvidar lo que Dios ha hecho, así como seguir sus mandamientos.
8 Para que no fueran como sus antepasados, una generación terca y rebelde que carecía de fe y fidelidad.
9 Los soldados de Efraín, aunque estaban armados con arcos, huyeron el día de la batalla.
10 No cumplieron el pacto de Dios, y se negaron a seguir sus leyes.
11 Ignoraronl lo que Dios había hecho, y las maravillas que les había mostrado antes:
12 los milagros que había hecho por sus antepasados en Zoán, en Egipto.
13 Él dividió el mar en dos y los condujo a través de él, manteniendo las aguas como muros a cada lado.
14 Él los guiaba con una nube en el día, y de noche con una nube de fuego.
15 Partió las rocas en el desierto para darle agua abundante a su pueblo. Aguas profundas como el océano.
16 ¡Él hizo que de las piedras fluyera agua como un río!
17 Pero ellos siguieron pecando contra él, rebelándose contra el Altísimo mientras andaban por el desierto.
18 Deliberadamente provocaban a Dios, exigiendo las comidas que tanto anhelaban.
19 Insultaron a Dios diciendo: “¿Puede Dios darnos comida aquí en el desierto?
20 Si bien puede golpear una roca y hacer que de ellas fluya agua como corrientes de río, ¿puede acaso darnos pan? ¿Puede darnos carne?”
21 Cuando el Señor oyó esto, se enojó mucho, y el fuego de su enojo se encendió contra los descendientes de Jacob, el pueblo de Israel,
22 porque ellos no creyeron en Dios y no confiaron en que podía cuidar de ellos.
23 Tanto fue su enojo que ordenó a los cielos se abrieran,
24 e hizo llover maná del cielo, dándoles así pan celestial.
25 Los seres humanos comieron del pan que comen los ángeles. Y les dio más que suficiente.
26 Luego hizo soplar un viento desde el Este, y por su poder también hizo soplar el viento que viene del Sur.
27 Hizo llover carne como tan abundante como el polvo. Las aves eran muchas, como la arena de la playa.
28 E hizo caer las aves en medio del campamento, y alrededor de sus carpas.
29 Y comieron hasta que se saciaron. Les dio la comida que tanto deseaban.
30 Pero antes de saciar su apetito, mientras aún masticaban la carne,
31 Dios se enojó con ellos e hizo morir a los hombres más fuertes, derribándolos en plena juventud.
32 A pesar de esto, siguieron pecando. A pesar de los milagros, se negaban a creer en él.
33 Así que apagó sus vidas vanas, e hizo que terminaran sus años con horror.
34 Cuando Dios comenzó a matarlos, volvieron con oraciones a él, arrepentidos de su pecado.
35 Se acordaron de que Dios era su roca, que el Dios Altísimo era su salvador.
36 Entonces lo comenzaron adular de labios para afuera, pero solo mentían.
37 En sus corazones no eran sinceros y no guardaron el pacto que tenían con él.
38 Pero por su compasión él perdonó su pecado y no los destruyó. Muchas veces contuvo su enojo y no desató toda su furia.
39 Dios recordó que eran simples mortales, y que eran como el viento que se va y no regresa.
40 Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto, causándole tristeza.
41 Una y otra vez provocaron a Dios, causando dolor al Santo de Israel.
42 Olvidaron la fuerza con la que él los rescató de sus opresores,
43 haciendo milagros en Egipto, y maravillas en la llanura de Zoán.
44 Allí convirtió sus ríos y fuentes de agua en sangre, de modo que nadie podía beber de ellos.
45 Envió moscas para destruirlos, y ranas para que los arruinaran.
46 Dio sus cultivos a las langostas, y todo el fruto de su trabajo fue devorado por ellas.
47 Destruyó sus viñedos con granizo, y sus higueras con aguanieve.
48 Dejó su ganado a merced del granizo y sus animales fueron destruidos por relámpagos.
49 Envió sobre ellos su ira feroz: Rabia, hostilidad y agonía. Por ello envió un grupo de ángeles destructores.
50 Desató su ira sobre ellos y no los salvó de la muerte, sino que los dejó morir por causa de esta plaga.
51 Entonces mató al hijo mayor de cada familia en Egipto, todos los que habían sido concebidos como primogénitos en las carpas de Ham.
52 Pero a su pueblo guió como ovejas, y los condujo como un rebaño en el desierto.
53 Los llevó a un lugar seguro, y no tuvieron nada que temer. Ahogó a sus enemigos en el mar.
54 Los llevó hasta la frontera de su tierra santa, a esta tierra montañosa que había conquistado para ellos.
55 A las naciones infieles las expulsaba a su paso. Dividió la tierra para que la hicieran suya. Estableció las tribus de Israel en sus carpas.
56 Pero ellos siguieron provocando al Altísimo, siendo rebeldes contra él. No siguieron sus enseñanzas.
57 Así como sus antiguos padres se alejaron de Dios y fueron infieles a él, tan torcidos como un arco doblado que no sirve.
58 Provocaron su ira con sus altares paganos y despertaron su celo con sus ídolos.
59 Cuando Dios escuchó que adoraban a otros dioses se enfureció y rechazó por completo a Israel.
Salmos 78 in Versión Biblia Libre