10 Porque toda bestia del bosque es mía, y el ganado en mil colinas.
11 Veo todas las aves de los montes, y las bestias del campo son mías.
12 Si tuviera necesidad de comida, no te diría a ti; porque la tierra es mía y toda su plenitud.
13 ¿Debo tomar la carne del buey para mi alimento, o la sangre de las cabras para mi bebida?
14 Haz una ofrenda de alabanza a Dios; mantén los acuerdos que has hecho con el Altísimo;
15 Invócame en el día de la angustia; Seré tu salvador, para que puedas darme gloria.
16 Pero al pecador, Dios le dice: ¿Qué estás haciendo, hablando de mis leyes, o tomando las palabras de mi acuerdo en tu boca?
17 Al ver que no tienes ningún deseo de mi enseñanza, y le das la espalda a mis palabras.
18 Cuando viste a un ladrón, estabas de acuerdo con él, y te uniste con los adúlteros.
19 Usas tu boca para mal, tu lengua a las palabras del engaño.