4 ¡Avergüénzalos! ¡Humilla a esos que tratan de matarme! ¡Hazlos volver! ¡Deshonra a aquellos que planean herirme!
5 Deja que sean como la paja que es arrastrada por el viento; deja que el ángel del Señor los aleje.
6 Que su camino sea oscuro y resbaladizo, con el ángel del Señor persiguiéndolos.
7 Sin razón alguna pusieron una red para capturarme; sin razón cavaron un pozo para atraparme.
8 Deja que la runa venga sobre ellos repentinamente; deja que la red que pusieron para mí los atrape; deja que el pozo que cavaron los atrape a ellos.
9 Entonces me alegraré en el Señor; estaré feliz en su salvación.
10 Cada parte de mí dirá, ¿Quién se puede comparar a ti, Señor? Tú rescatas al débil del fuerte; al pobre y al necesitado de los ladrones.
11 Testigos hostiles se levantan en mi contra, acusándome de crímenes de los que no sé nada al respecto.