1 Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de Abimelech, y él lo echó, y fuése. BENDECIRÉ á Jehová en todo tiempo; su alabanza será siempre en mi boca.
2 En Jehová se gloriará mi alma: oiránlo los mansos, y se alegrarán.
3 Engrandeced á Jehová conmigo, y ensalcemos su nombre á una.
4 Busqué á Jehová, y él me oyó, y libróme de todos mis temores.
5 A él miraron y fueron alumbrados: y sus rostros no se avergonzaron.
6 Este pobre clamó, y oyóle Jehová, y librólo de todas sus angustias.
7 El ángel de Jehová acampa en derredor de los que le temen, y los defiende.
8 Gustad, y ved que es bueno Jehová: dichoso el hombre que confiará en él.