2 Alaba al Señor con Lira, toca música para él con el decacordio.
3 Cántale nueva canción; toca bien tus instrumentos y grita de alegría.
4 Porque la palabra del Señor es verdadera, y él merece toda la confianza en lo que hace.
5 Él ama todo lo bueno y lo correcto; la tierra está llena del amor inefable del Señor.
6 El Señor habló y los cielos fueron hechos. Su boca sopló, y todas las estrellas existieron.
7 Reúne las aguas de los mares, mantiene almacenadas las profundidades del océano.
8 Reverencie toda la tierra al Señor; que todos los habitantes de la tierra se maravillen con su presencia.
9 Porque él habló, y el mundo vino a la existencia; dio la orden, y fue creado.
10 El Señor frustra los planes de las naciones y de los pueblos.
11 Pero el plan del Señor permanece para siempre. Sus propósitos perduran a través de las generaciones.
12 Feliz es la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que ha escogido como enteramente suyo.
13 El Señor mira desde los cielos y ve toda la humanidad,