4 ¡Tú que confías en el Señor, canta alabanzas a él, agradece por su santo carácter!
5 Porque su furia solo dura un momento, pero su favor dura toda la vida. Puedes pasar la noche llorando, pero la felicidad viene con la mañana.
6 Cuando las cosas iban bien dije, “¡Nada me hará temblar!”
7 Señor, cuando me mostraste tu favor permanecí tan fuerte como una montaña. Pero cuando te apartaste de mí estaba aterrorizado.