3 Nadie que confía en ti, será humillado, pero la humillación viene de aquellos que son deshonestos deliberadamente.
4 Muéstrame tus caminos, Señor; enséñame a seguir tus pasos.
5 Guíame en tu verdad y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación. Todo el día pongo mi confianza en ti.
6 Recuerda, Señor, que tu compasión y tu amor inefable son eternos.
7 Por favor, no recuerdes los pecados de mi juventud cuando me rebelé contra ti. En vez de eso, recuérdame conforme tu amor inquebrantable, recuérdame con bondad, Señor.
8 El Señor es bueno y recto. Por eso muestra el camino a los que están perdidos.
9 Él guía a los humildes para hacer lo que es correcto, enseñándoles su camino.
10 Los caminos del Señor son de verdad y amor para los que cumplen sus acuerdo y siguen sus mandamientos.
11 Señor, por quien tú eres, perdona la multitud de mis pecados.
12 ¿Quiénes son los que respetan al Señor? Él les mostrará el camino a elegir.
13 Ellos continuarán siendo prósperos, y sus descendientes heredarán la tierra.
14 El Señor es amigo de quienes lo respetan, y les explica su acuerdo.