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Salmos 22:2-16 in Spanish

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Salmos 22:2-16 in La Biblia en Español Sencillo

2 Oh Dios mío, yo lloro en el día, y no respondes; y en la noche, y no hay descanso para mi.
3 Pero tú eres santo, tú que estás sentado entre las alabanzas de Israel.
4 Nuestros padres esperaron en ti: esperaron y tú los libraste.
5 Ellos clamaron a ti y fueron librados: confiaron en ti y no fueron avergonzados.
6 Pero yo soy un gusano y no un hombre; vergüenza de los hombres, y despreciado por la gente.
7 Se burlan todos los que me ven: hacen muecas y moviendo la cabeza, dicen:
8 Puso su fe en el Señor; deja que el Señor sea su salvador ahora; que el Señor sea su salvador, porque se deleitó en él.
9 Y así es: Tu fuiste él que me sacó del vientre, fuiste tú quien me cuidó desde el día de mi nacimiento; él que me hizo estar confiado desde que estaba los pechos de mi madre.
10 Yo estaba en tus manos incluso antes de mi nacimiento; eres mi Dios. desde el momento en que estaba en el vientre de mi madre.
11 No te alejes de mí, porque el mal está cerca; no hay quien me ayude.
12 Una gran manada como bueyes está alrededor de mí: estoy cercado como los toros fuertes bueyes de Basán.
13 Vi sus bocas abiertas, como leones feroces y rugientes.
14 Soy Como el agua que fluye, y todos mis huesos están dislocados; mi corazón es como cera, que se derrite dentro de mi.
15 ¡Mi garganta está seca como un vaso roto; mi lengua está fija en el paladar, me has hundido en el polvo de la muerte!
16 Como Perros me rodearon: la banda de malhechores me ha cercado; agujerearon mis manos y pies.
Salmos 22 in La Biblia en Español Sencillo

Salmos 22:2-16 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

2 Dios mío, clamo de día, y no oyes; y de noche, y no hay para mí silencio.
3 Tú empero eres santo, tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
4 En ti esperaron nuestros padres: esperaron, y tú los libraste.
5 Clamaron á ti, y fueron librados: esperaron en ti, y no se avergonzaron.
6 Mas yo soy gusano, y no hombre; oprobio de los hombres, y desecho del pueblo.
7 Todos los que me ven, escarnecen de mí; estiran los labios, menean la cabeza, diciendo:
8 Remítese á Jehová, líbrelo; sálvele, puesto que en él se complacía.
9 Empero tú eres el que me sacó del vientre, el que me haces esperar desde que estaba á los pechos de mi madre.
10 Sobre ti fuí echado desde la matriz: desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; porque no hay quien ayude.
12 Hanme rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado.
13 Abrieron sobre mí su boca, como león rapante y rugiente.
14 Heme escurrido como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron: mi corazón fué como cera, desliéndose en medio de mis entrañas.
15 Secóse como un tiesto mi vigor, y mi lengua se pegó á mi paladar; y me has puesto en el polvo de la muerte.
16 Porque perros me han rodeado, hame cercado cuadrilla de malignos: horadaron mis manos y mis pies.
Salmos 22 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

Salmos 22:2-16 in Versión Biblia Libre

2 Dios mío, cada día lloro y clamo a ti, pero no me respondes. En la noche también, pero no concilio el descanso.
3 Sin embargo, eres santo, y las alabanzas de Israel son tu trono.
4 Nuestros antepasados confiaron en ti. Confiaron y tú los rescataste.
5 Clamaron por tu ayuda, y fueron salvos. Confiaron en ti y no fueron derrotados.
6 Pero yo soy un gusano, no un hombre, despreciado y ridiculizado por todos.
7 La gente que me ve se burla de mí. Se ríen y agitan sus cabezas diciendo:
8 “Él confía en el Señor—¡Bueno, entonces deja que el Señor lo salve! ¡Si el Señor es tan buen amigo, deja que el Señor lo rescate!”
9 Sin embargo, me trajiste a salvo desde mi nacimiento, y me guiaste para confiar en ti desde el seno de mi madre.
10 Confié en ti desde el nacimiento; desde el momento en que fui dado a luz tú fuiste mi Dios.
11 No te distancies de mí, porque los problemas siempre están cerca y no hay nadie más que pueda ayudarme.
12 Los enemigos me rodean como una manada de toros; fuertes toros de Basán me han acorralado.
13 Como leones rugientes desgarrando a sus presas abren la boca contra mí.
14 Siento que soy vertido como agua. Me desplomo como si todos mis huesos se hubieran aflojado. Mi corazón es como cera que se derrite dentro de mí.
15 Mi fuerza se ha secado como un trozo de arcilla rota. Mi lengua se está pegando al techo de mi boca. Me entierras como si ya estuviera muerto.
16 Los hombres malvados me rodean como una manada de perros. Han perforado mis manos y mis pies.
Salmos 22 in Versión Biblia Libre