Text copied!
Bibles in Spanish

Salmos 18:2-48 in Spanish

Help us?

Salmos 18:2-48 in La Biblia en Español Sencillo

2 El Señor es mi roca, y castillo mío y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía que me protege, en él pondré mi fe; mi escudo, la fuerza de mi salvación y mi alto refugio.
3 Invocaré mi clamor al Señor, que es digno de ser alabado; así me salvaré de aquellos que están en mi contra.
4 Las cuerdas de la muerte me rodeaban, y los torrentes del mal me aterrorizaron.
5 Las cuerdas del infierno me rodeaban: las redes de la muerte vinieron sobre mí.
6 En mi tribulación invoqué al Señor, mi clamor a mi Dios; Él oyó mi voz en su santo Templo, y mi oración llegó delante de él, hasta sus oídos.
7 Entonces surgió un gran terremoto en la tierra; y las bases de las montañas se movieron y temblaron, porque estaba enojado.
8 Le salió humo por la nariz y un fuego de destrucción de su boca; carbones fueron encendidos por él.
9 Descorrió la cortina del cielo, para que él pudiera descender; y estaba oscuro bajo sus pies.
10 Y se fue volando por el aire, montó en un ser alado: yendo rápidamente en las alas del viento.
11 Hizo de la oscuridad su lugar secreto; su tienda de campaña, y a su alrededor eran las aguas oscuras, las espesas nubes de los cielos.
12 Por el resplandor de su presencia, brotaron de sus nubes oscuras, granizo y carbones encendidos.
13 Jehová hizo tronar en los cielos, y la voz del Altísimo sonó: granizo y carbones de fuego.
14 Envió sus flechas, y los dispersó en todas direcciones; lanzó relámpagos y los destruyó.
15 El fondo del Mar quedó al descubierto, y las bases del mundo fueron descubiertas, a causa de tus palabras de ira, oh Señor, por el aliento de tu boca.
16 Tendió su mano desde lo alto, me tomó, y me sacó de las grandes aguas.
17 Él me liberó de mi fuerte enemigo, y de aquellos que estaban en mi contra, porque eran más fuertes que yo.
18 Vinieron sobre mí en el día de mi angustia; pero el Señor fue mi apoyo.
19 Él me sacó a un lugar amplio; él fue mi salvador porque se deleitó en mí.
20 El Señor me da la recompensa conforme a mi justicia, porque mis manos están limpias delante de él.
21 Porque he guardado los caminos del Señor; No he sido apartado de mi Dios por el pecado.
22 Porque todos sus decretos estaban delante de mí, y no aparté sus leyes de mí.
23 Y yo me he conducido delante de él sin tacha alguna, y me alejé del pecado.
24 Por esto el Señor me ha dado la recompensa de mi justicia, porque mis manos están limpias en sus presencia.
25 Sobre el que tiene misericordia, tendrás misericordia; con los íntegros serás justo;
26 Limpio te mostrarás para con él limpio; pero para el hombre cuyo camino es perverso, serás un juez severo.
27 Porque tú eres el salvador de los que están en problemas; pero humillas a los orgullosos.
28 Tú, oh Señor, encenderás mi lámpara; por ti, mi Dios, la oscuridad se hará brillante para mí.
29 Con tu ayuda atacaré al enemigo; con la ayuda de mi Dios pasaré por los muros de su ciudad.
30 En cuanto a Dios, su camino es perfecto; la palabra del Señor es probada; él es un escudo para todos los que ponen su fe en él.
31 Porque ¿quién es Dios sino el Señor? ¿o quién es una Roca sino nuestro Dios?
32 Dios me ciñe de poder, guiándome de una manera perfecta.
33 El hace mis pies ligeros como de ciervo, y me pone en lugares altos.
34 Hace mis manos expertas en guerra, de modo que un arco de bronce se dobla por mis brazos.
35 Me diste el escudo de tu salvación; tu diestra ha sido mi sostén, y tu misericordia me ha engrandecido.
36 Has hecho mis pasos amplios debajo de mí, para que mis pies no se resbalen.
37 Voy detrás de mis enemigos y los alcanzo; no retrocedí hasta que todos estén vencidos.
38 Les daré heridas, para que no puedan levantarse; cayeron debajo de mis pies.
39 Porque me ceñiste de fuerzas para la batalla; has humillado a los que se oponen a mí.
40 Y que delante de mí huyeron. Así pude destruir a los que me aborrecen.
41 Ellos estaban gritando, pero no había nadie que los ayudara, ni siquiera al Señor, pero él no les dio respuesta.
42 Entonces fueron aplastados como polvo delante del viento; fueron drenados como el desperdicio de las calles.
43 Me has hecho libre de las luchas del pueblo; me has puesto a la cabeza de las naciones; un pueblo del que no tenía conocimiento serán mis siervos.
44 Desde el momento en que mi nombre llegue a sus oídos, ellos me obedecieron: los hombres de otros países se pondrán bajo mi autoridad.
45 Gente extranjera se acobardó, saldrán de sus lugares secretos temblando de miedo.
46 El Señor está vivo; Alabado sea mi Roca, y sea honrado el Dios de mi salvación.
47 Es Dios quien envía castigo a mis enemigos y pone a los pueblos bajo mi dominio.
48 Él me hace libre de mis enemigos; de los rebeldes que se alzaron que se enfrentan contra mí; me has liberado del hombre violento.
Salmos 18 in La Biblia en Español Sencillo

Salmos 18:2-48 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

2 Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio.
3 Invocaré á Jehová, digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos.
4 Cercáronme dolores de muerte, y torrentes de perversidad me atemorizaron.
5 Dolores del sepulcro me rodearon, previniéronme lazos de muerte.
6 En mi angustia invoqué á Jehová, y clamé á mi Dios: él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, á sus oídos.
7 Y la tierra fué conmovida y tembló; y moviéronse los fundamentos de los montes, y se estremecieron, porque se indignó él.
8 Humo subió de su nariz, y de su boca consumidor fuego; carbones fueron por él encendidos.
9 Y bajó los cielos, y descendió; y oscuridad debajo de sus pies.
10 Y cabalgó sobre un querubín, y voló: voló sobre las alas del viento.
11 Puso tinieblas por escondedero suyo, su pabellón en derredor de sí; oscuridad de aguas, nubes de los cielos.
12 Por el resplandor delante de él, sus nubes pasaron; granizo y carbones ardientes.
13 Y tronó en los cielos Jehová, y el Altísimo dió su voz; granizo y carbones de fuego.
14 Y envió sus saetas, y desbaratólos; y echó relámpagos, y los destruyó.
15 Y aparecieron las honduras de las aguas, y descubriéronse los cimientos del mundo, á tu reprensión, oh Jehová, por el soplo del viento de tu nariz.
16 Envió desde lo alto; tomóme, sacóme de las muchas aguas.
17 Libróme de mi poderoso enemigo, y de los que me aborrecían, aunque eran ellos más fuertes que yo.
18 Asaltáronme en el día de mi quebranto: mas Jehová fué mi apoyo.
19 Y sacóme á anchura: libróme, porque se agradó de mí.
20 Hame pagado Jehová conforme á mi justicia: conforme á la limpieza de mis manos me ha vuelto.
21 Porque yo he guardado los caminos de Jehová, y no me aparté impíamente de mi Dios.
22 Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí, y no eché de mí sus estatutos.
23 Y fuí íntegro para con él, y cauteléme de mi maldad.
24 Pagóme pues Jehová conforme á mi justicia; conforme á la limpieza de mis manos delante de sus ojos.
25 Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, y recto para con el hombre íntegro.
26 Limpio te mostrarás para con el limpio, y severo serás para con el perverso.
27 Y tú salvarás al pueblo humilde, y humillarás los ojos altivos.
28 Tú pues alumbrarás mi lámpara: Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.
29 Porque contigo desharé ejércitos; y con mi Dios asaltaré muros.
30 Dios, perfecto su camino: es acendrada la palabra de Jehová: escudo es á todos los que en él esperan.
31 Porque ¿qué Dios hay fuera de Jehová? ¿y qué fuerte fuera de nuestro Dios?
32 Dios es el que me ciñe de fuerza, é hizo perfecto mi camino;
33 Quien pone mis pies como pies de ciervas, é hízome estar sobre mis alturas;
34 Quien enseña mis manos para la batalla, y será quebrado con mis brazos el arco de acero.
35 Dísteme asimismo el escudo de tu salud: y tu diestra me sustentó, y tu benignidad me ha acrecentado.
36 Ensanchaste mis pasos debajo de mí, y no titubearon mis rodillas.
37 Perseguido he mis enemigos, y alcancélos, y no volví hasta acabarlos.
38 Helos herido, y no podrán levantarse: cayeron debajo de mis pies.
39 Pues me ceñiste de fortaleza para la pelea; has agobiado mis enemigos debajo de mí.
40 Y dísteme la cerviz de mis enemigos, y destruí á los que me aborrecían.
41 Clamaron, y no hubo quien salvase: aun á Jehová, mas no los oyó.
42 Y molílos como polvo delante del viento; esparcílos como lodo de las calles.
43 Librásteme de contiendas de pueblo: pusísteme por cabecera de gentes: pueblo que yo no conocía, me sirvió.
44 Así que hubo oído, me obedeció; los hijos de extraños me mintieron;
45 Los extraños flaquearon, y tuvieron miedo desde sus encerramientos.
46 Viva Jehová, y sea bendita mi roca; y ensalzado sea el Dios de mi salud:
47 El Dios que me da las venganzas, y sujetó pueblos á mí.
48 Mi libertador de mis enemigos: hicísteme también superior de mis adversarios; librásteme de varón violento.
Salmos 18 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

Salmos 18:2-48 in Versión Biblia Libre

2 El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi Salvador. Él es mi Dios, la roca que me protege. Me cuida del peligro. Su poder es como un escudo, y me mantiene a salvo.
3 Clamo pidiendo la ayuda del Señor, quien merece toda alabanza, y me salvó de los que me odiaban.
4 Las sogas de la muerte me rodeaban, las aguas de la destrucción se agitaban sobre mí y me ahogaban.
5 La tumba enrollaba sus cuerdas a mi alrededor, y la muerte me ponía trampas.
6 En mi desesperación, clamé al Señor; oré a mi Dios pidiéndole ayuda. Oyó mi voz desde su templo. Mi grito de ayuda llegó a sus oídos.
7 La tierra se sacudió y tembló. Los fundamentos de las montañas se estremecieron por su ira.
8 Humo salió de sus fosas nasales y fuego de su boca. Había carbones ardientes quemándose delante de él.
9 Abrió los cielos y descendió, con nubes negras debajo de sus pies.
10 Cabalgando sobre un ángel voló, surcando los cielos sobre las alas del viento.
11 Se escondió en la oscuridad, cubriéndose con negras nubes tormentosas.
12 Granizos y brasas de fuego salieron volando de su gloria y resplandor, pasando a través de nubes gruesas.
13 La voz del Altísimo se escuchó como un trueno en el cielo. Entre el granizo y las brasas ardientes.
14 Lanzó sus flechas, dispersando a sus enemigos; guiándolos con sus rayos de luz.
15 Rugiste, ¡Oh Señor! Y por el poder del viento que salió de tus fosas nasales los valles del mar fueron expuestos, y las bases de la tierra quedaron al descubierto.
16 Bajó su mano desde arriba, me agarró y me sostuvo. Él me sacó de las aguas profundas.
17 Me rescató de mis enemigos más poderosos, de aquellos que me odiaban y que eran mucho más fuertes que yo.
18 Vinieron a mí en mi peor momento, pero el Señor me sostuvo.
19 Él me liberó, me rescató porque es mi amigo.
21 Porque he seguido los caminos de Dios. No he pecado alejándome de Él.
22 He mantenido su ley en mi mente; no he ignorado sus mandamientos.
23 Me hallo sin culpa ante sus ojos; me mantengo firme ante el pecado.
24 El Señor me premió por hacer lo correcto. Y soy inocente ante sus ojos.
25 Pones tu confianza en aquellos que confían también; les muestras integridad a los íntegros.v
26 Te muestras en toda tu pureza a aquellos que son puros, pero revelas tu inteligencia a los que son astutos.
27 Salvas al los humildes, pero haces caer a los orgullosos.
28 ¡Enciendes mi lámpara! Señor, Dios mío, ¡Iluminas mi oscuridad!
29 Contigo, puedo pelear contra una tropa de soldados; contigo, Dios mío, puedo trepar las paredes de una fortaleza.
30 Los caminos de Dios son perfectos. La palabra de Dios es fiel. Es un refugio y un escudo para todos aquellos que vienen en busca de protección.
31 Porque, ¿Quién es Dios si no es nuestro Señor? ¿Quién es la roca, si no es nuestro Dios?
32 Dios me da fortaleza y me mantiene a salvo.
33 Él me hace ir a pasos firmes como el venado. Me da la seguridad que necesito para caminar por las alturas sin miedo.
34 Me enseña a pelear en una batalla. Me da la fuerza para tensar arcos de bronce.
35 Me proteges con la coraza de tu salvación; me apoyas con tu diestra poderosa; tu poder me ha hecho crecer.
36 Me diste un espacio en el cual caminar, e impediste que mi pie resbalara.
37 Perseguí a mis enemigos, y los atrapé. No volví hasta que los hube destruido a todos.
38 Los retuve en el piso, y no se pudieron levantar. Cayeron ante mis pies.
39 Me hiciste fuerte para la batalla; hiciste que todos aquellos que se levantaron en mi contra, cayeran de rodillas ante mí.
40 Hiciste que mis enemigos huyeran. Destruí a todos mis enemigos.
41 Lloraron y clamaron por ayuda, pero nadie vino a rescatarlos. Incluso llamaron al Señor, pero él no respondió.
42 Los desmenucé hasta el polvo, como el polvo que se esparce con el viento. Los pisoteé como al lodo de las calles.
43 Me rescataste del pueblo rebelde. Me hiciste gobernador de las naciones. Personas que no conocía, ahora me sirven.
44 Tan pronto como oyen de mí, obedecen. Los extranjeros tiemblan ante mi presencia.
45 Temen, y salen temblando de sus refugios.
46 ¡El Señor vive! ¡Bendita sea mi roca! ¡Que el señor que salva sea alabado!
47 El Señor fue mi vengador, sometió a los pueblos debajo de mí,
48 Me rescató de aquellos que me odiaban. Tú, Señor, me proteges de aquellos que se rebelan contra mí. Me salvas de los hombres violentos.
Salmos 18 in Versión Biblia Libre