3 Has puesto mi corazón a prueba, me has visitado en la noche; me has puesto a prueba y no has visto ningún mal propósito en mí; Mantendré mi boca del pecado.
4 En cuanto a las obras de los hombres, por la palabra de tus labios me he guardado de los caminos de los violentos.
5 Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen.
6 Mi clamor ha subido a ti, porque tú me darás una respuesta, oh Dios; vuelve tu oído hacia mí, y presta atención a mis palabras.
7 Deja en claro la maravilla de tu misericordia, oh salvador de los que ponen su fe en tu diestra, de los que salen en contra de ellos.
8 Guárdame como la niña de tus ojos, cubriéndome con la sombra de tus alas,
9 De los malvados que me atacan, y de los que están a mi alrededor, deseando mi muerte.
10 Son orgullosos, con sus bocas hablan arrogantemente.