2 Te alabaré cada día. ¡Alabaré tu nombre por siempre y para siempre!
3 ¡El Señor es grande y es digno de suprema alabanza! ¡Su grandeza no se puede medir!
4 ¡Que todas las generaciones cuenten tus obras y compartan las historias de tus asombrosos milagros!
5 Ellos hablarán de tu majestad, de tu glorioso esplendor, y yo meditaré en las maravillas que has hecho.
6 Ellos hablarán del poder de tus actos, y yo diré cuán maravilloso eres.
7 Ellos le contarán a todos de tu renombre por tu gran bondad y con alegría celebrarán que siempre haces lo recto.
8 El Señor es misericordioso, lento para enojarse, y lleno de amor inagotable.
9 El Señor es bueno con todos, y muestra misericordia hacia todas sus criaturas.
10 Todos los seres creados te agradecerán, oh Señor, y te alabarán todos los que fielmente te siguen.
11 Alabarán la gloria de tu reino, y hablarán de tu poder.
12 Contarán a los pueblos sobre tus maravillosos milagros, y el glorioso esplendor de tu reino.
13 Tu reino no tiene fin, y tu gobierno se extiende por todas las generaciones. Las promesas del señor son fieles y él es misericordioso en todos sus actos.
14 El Señor ayuda a los caídos y levanta a los que están abatidos.
15 Todos los ojos están puestos en ti, llenos de esperanza; y tú les das alimentos a quienes lo necesitan a su tiempo.