4 Señor, no me dejes caer en manos de los impíos; protégeme, especialmente de aquellos que son violentos, que están planeando mi caída.
5 Los orgullosos han escondido trampas para mí, han colocado una red en el camino, han puesto trampas para atraparme. Selah.
6 Le digo al Señor, “¡Tú eres mi Dios! Señor, ¡Escucha mi clamor!”
7 Señor y Dios, mi Salvador, tú cubres mi cabeza como con un casco en el día de la batalla.