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Salmos 119:43-102 in Spanish

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Salmos 119:43-102 in La Biblia en Español Sencillo

43 No saques tu palabra verdadera de mi boca; porque he puesto mi esperanza en tus decisiones.
44 Para que guarde tu ley por los siglos de los siglos;
45 Para que mi camino sea libre; porque he buscado tus órdenes.
46 Para que yo pueda dar a conocer tu palabra inmutable a los reyes, y no ser avergonzado.
47 Y para que yo pueda deleitarme en tus enseñanzas, a las cuales he dado mi amor.
48 Y para que mis manos se extiendan a tus mandamientos que amé; y reflexionaré sobre tus reglas. ZAIN.
49 Recuerda tu palabra a tu siervo, porque en eso se ha arreglado mi esperanza.
50 Este es mi consuelo en mi problema; que tus dichos me han dado vida.
51 Los hombres de orgullo han hecho gran burla de mí; pero no me he apartado de tu ley.
52 He guardado el recuerdo de tus decisiones de tiempos pasados, oh Señor; y han sido mi consuelo.
53 Estoy ardiendo de ira a causa de los pecadores que han abandonado tu ley.
54 Tus reglas han sido melodías para mí, mientras he estado viviendo en tierras extrañas.
55 He pensado en tu nombre en la noche, oh Señor, y he guardado tu ley.
56 Esto ha sido verdad de mí, que he mantenido tus órdenes en mi corazón. CHET.
57 El Señor es mi herencia: he dicho que me gobernaría con tus palabras.
58 He dado mi mente para hacer tu placer con todo mi corazón; ten piedad de mí, como dices.
59 Pensé en mis pasos, y mis pies dieron vuelta al camino de tu palabra inmutable.
60 Fui rápido para hacer tus órdenes y no desperdiciar el tiempo.
61 Las cuerdas de los malhechores están a mi alrededor; pero he tenido en cuenta tu ley.
62 En medio de la noche me levanto para alabarte, por todas tus decisiones correctas.
63 hago compañía con todos tus adoradores, y aquellos que tienen tus órdenes en su memoria.
64 La tierra, oh Señor, está llena de tu misericordia; dame conocimiento de tus reglas. TET.
65 Has hecho bien a tu siervo, oh Señor, de acuerdo con tu palabra.
66 Dame conocimiento y buen sentido; porque he puesto mi fe en tus enseñanzas.
67 Antes de tener problemas, me aparté del camino; pero ahora cumplo tu palabra.
68 Eres bueno, y tus obras son buenas; dame conocimiento de tus reglas.
69 Los hombres de orgullo han dicho cosas falsas acerca de mí; pero guardaré tus órdenes en mi corazón.
70 Sus corazones están cerrados con grasa; pero mi deleite está en tu ley.
71 Es bueno para mí haber tenido problemas; para que pueda llegar al conocimiento de tus reglas.
72 La ley de tu boca es mejor para mí que miles de oro y plata. YOD.
73 Tus manos me hicieron y me dieron forma; dame sabiduría para que yo conozca tus enseñanzas.
74 Tus adoradores me verán y se alegrarán; porque mi esperanza ha estado en tu palabra.
75 He visto, oh Señor, que tus decisiones son correctas, y que en la fe inmutable me has enviado tribulación.
76 Deja que tu misericordia sea ahora mi consuelo, como le has dicho a tu siervo.
77 Dejen que sus gentiles misericordias vengan a mí, para que yo tenga vida; porque tu ley es mi delicia.
78 Dejen que los hombres de orgullo sean avergonzados; porque falsamente han dado una decisión en mi contra; pero reflexionaré sobre tus órdenes.
79 Dejen que sus adoradores se vuelvan hacia mí, y aquellos que tienen conocimiento de sus palabras.
80 Que todo mi corazón sea entregado a tus órdenes, para que no me avergüence. CAF.
81 Mi alma se desperdicia con el deseo de tu salvación; pero tengo esperanza en tu palabra.
82 Mis ojos están llenos de cansancio al buscar tu palabra, diciendo: ¿Cuándo me darás consuelo?
83 Porque he llegado a ser como una piel de vino negra de humo; pero aún conservo el recuerdo de tus reglas.
84 ¡Qué corta es la vida de tu siervo! ¿Cuándo darás tu decisión contra aquellos que me están atacando?
85 Los hombres de orgullo, que se han apartado de tu ley, me han puesto redes.
86 Todas tus enseñanzas son ciertas; me persiguen con mal diseño; dame tu ayuda.
87 Casi me habían puesto fin en la tierra; pero no renuncié a tus órdenes.
88 Dame vida en tu misericordia; para que yo pueda ser gobernado por la palabra inmutable de tu boca. LAMED.
89 Para siempre, oh Señor, tu palabra está fija en el cielo.
90 Tu fe es inmutable de generación en generación: has puesto la tierra en su lugar, y no se mueve.
91 Ellos son gobernados este día por tus decisiones; porque todas las cosas subsisten por ti, y todas ellas te sirven.
92 Si tu ley no hubiera sido mi delicia, mis problemas me hubieran puesto fin.
93 Siempre tendré en cuenta tus órdenes; porque en ellos tengo vida.
94 Soy tuyo, oh sé mi salvador; porque mi deseo ha sido por tus reglas.
95 Los pecadores han estado esperando que yo me entregue a la destrucción; pero daré toda mi mente a tus mandatos.
96 He visto que nada en la tierra está completo; pero tu enseñanza es muy amplia. MEM.
97 ¡Oh, qué amor tengo por tu ley! Todo el día medito en ella.
98 Tu enseñanza me ha hecho más sabio que mis enemigos, porque es mía para siempre.
99 Tengo más conocimiento que todos mis maestros, porque reflexiono sobre tu palabra inmutable.
100 Tengo más sabiduría que los ancianos. porque he guardado tus órdenes.
101 He guardado mis pies de todos los caminos del mal, para que pueda ser fiel a tu palabra.
102 Mi corazón no se ha apartado de tus decisiones; porque has sido mi maestro.
Salmos 119 in La Biblia en Español Sencillo

Salmos 119:43-102 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

43 Y no quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad; porque á tu juicio espero.
44 Y guardaré tu ley siempre, por siglo de siglo.
45 Y andaré en anchura, porque busqué tus mandamientos.
46 Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no me avergonzaré.
47 Y deleitaréme en tus mandamientos, que he amado.
48 Alzaré asimismo mis manos á tus mandamientos, que amé; y meditaré en tus estatutos.
49 ZAIN. Acuérdate de la palabra dada á tu siervo, en la cual me has hecho esperar.
50 Esta es mi consuelo en mi aflicción: porque tu dicho me ha vivificado.
51 Los soberbios se burlaron mucho de mí: mas no me he apartado de tu ley.
52 Acordéme, oh Jehová, de tus juicios antiguos, y consoléme.
53 Horror se apoderó de mí, á causa de los impíos que dejan tu ley.
54 Cánticos me fueron tus estatutos en la mansión de mis peregrinaciones.
55 Acordéme en la noche de tu nombre, oh Jehová, y guardé tu ley.
56 Esto tuve, porque guardaba tus mandamientos.
57 CHETH. Mi porción, oh Jehová, dije, será guardar tus palabras.
58 Tu presencia supliqué de todo corazón: ten misericordia de mí según tu palabra.
59 Consideré mis caminos, y torné mis pies á tus testimonios.
60 Apresuréme, y no me retardé en guardar tus mandamientos.
61 Compañías de impíos me han robado: mas no me he olvidado de tu ley.
62 A media noche me levantaba á alabarte sobre los juicios de tu justicia.
63 Compañero soy yo de todos los que te temieren y guardaren tus mandamientos.
64 De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra: enséñame tus estatutos.
65 TETH. Bien has hecho con tu siervo, oh Jehová, conforme á tu palabra.
66 Enséñame bondad de sentido y sabiduría; porque tus mandamientos he creído.
67 Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu palabra.
68 Bueno eres tú, y bienhechor: enséñame tus estatutos.
69 Contra mí forjaron mentira los soberbios: mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
70 Engrasóse el corazón de ellos como sebo; mas yo en tu ley me he deleitado.
71 Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos.
72 Mejor me es la ley de tu boca, que millares de oro y plata.
73 JOD. Tus manos me hicieron y me formaron: hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
74 Los que te temen, me verán, y se alegrarán; porque en tu palabra he esperado.
75 Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justicia, y que conforme á tu fidelidad me afligiste.
76 Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme á lo que has dicho á tu siervo.
77 Vengan á mí tus misericordias, y viva; porque tu ley es mi deleite.
78 Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado: yo empero, meditaré en tus mandamientos.
79 Tórnense á mí los que te temen y conocen tus testimonios.
80 Sea mi corazón íntegro en tus estatutos; porque no sea yo avergonzado.
81 CAPH. Desfallece mi alma por tu salud, esperando en tu palabra.
82 Desfallecieron mis ojos por tu palabra, diciendo: ¿Cuándo me consolarás?
83 Porque estoy como el odre al humo; mas no he olvidado tus estatutos.
84 ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿cuándo harás juicio contra los que me persiguen?
85 Los soberbios me han cavado hoyos; mas no obran según tu ley.
86 Todos tus mandamientos son verdad: sin causa me persiguen; ayúdame.
87 Casi me han echado por tierra: mas yo no he dejado tus mandamientos.
88 Vivifícame conforme á tu misericordia; y guardaré los testimonios de tu boca.
89 LAMED. Para siempre, oh Jehová, permanece tu palabra en los cielos.
90 Por generación y generación es tu verdad: tú afirmaste la tierra, y persevera.
91 Por tu ordenación perseveran hasta hoy las cosas criadas; porque todas ellas te sirven.
92 Si tu ley no hubiese sido mis delicias, ya en mi aflicción hubiera perecido.
93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos; porque con ellos me has vivificado.
94 Tuyo soy yo, guárdame; porque he buscado tus mandamientos.
95 Los impíos me han aguardado para destruirme: mas yo entenderé en tus testimonios.
96 A toda perfección he visto fin: ancho sobremanera es tu mandamiento.
97 MEM ¡Cuánto amo yo tu ley! todo el día es ella mi meditación.
98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; porque me son eternos.
99 Más que todos mis enseñadores he entendido: porque tus testimonios son mi meditación.
100 Más que los viejos he entendido, porque he guardado tus mandamientos.
101 De todo mal camino contuve mis pies, para guardar tu palabra.
102 No me aparté de tus juicios; porque tú me enseñaste.
Salmos 119 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

Salmos 119:43-102 in Versión Biblia Libre

43 No me impidas hablar tus palabras de verdad, porque he puesto toda mi confianza en tu justo juicio.
44 Seguiré viviendo tus enseñanzas por siempre y para siempre.
45 Viviré en libertad, porque me he dedicado a obedecerte.
46 Instruiré a los reyes sobre tus leyes, y no seré avergonzado.
47 Soy muy feliz de tener tus enseñanzas y las amo con todas mis fuerzas.
48 Elevo mis manos en oración, honrando tus mandamientos. Meditaré en tus enseñanzas con devoción.
49 Recuerda la promesa que me has hecho, a mi, tu siervo. Tu promesa es mi única esperanza.
50 ¡En medio de mi miseria, solo me consuela tu promesa y me alienta a seguir!
51 Los arrogantes se burlan de mi, pero yo no abandonaré tus enseñanzas.
52 Medito en las instrucciones que nos diste hace mucho tiempo, Señor, y me proporcionan seguridad.
53 Me enojo con los malvados porque ellos han rechazado tu ley.
54 Tus enseñanzas son música a mis oídos en todo lugar donde habito.
55 Por la noche pienso en quien tú eres, Señor, y hago tu voluntad.
56 Porque vivo siguiendo tus principios.
57 Señor, ¡tú eres mío! He prometido hacer tu voluntad.
58 Mi ser entero anhela tu bendición. Por favor, sé bondadoso conmigo, como me lo has prometido.
59 Al reflexionar sobre mi vida, vuelvo a decidir seguir tus enseñanzas.
60 Me apresuro a cumplir tus mandamientos sin vacilar.
61 Aún cuando los malvados traten de ponerme de su parte, no olvidaré tus enseñanzas.
62 De noche despierto para agradecerte porque tu ley es buena.
63 Me agradan los que te siguen, los que hacen tu voluntad.
64 Señor, tú amas a todos los habitantes de la tierra, pero a mi muéstrame tu voluntad.
65 Tú has sido muy bueno conmigo, Señor, tal como me lo has prometido.
66 Ahora enséñame a hacer juicio con justicia y a tener discernimiento porque creo en tus enseñanzas.
67 Antes estuve sufriendo, mientras vagaba lejos de ti, pero ahora hago tu voluntad.
68 Como eres bueno, todo lo que haces es bueno. Enséñame, Señor, tus caminos.
69 Los arrogantes difaman mi reputación con mentiras, pero yo sigo tus mandamientos con todo mi corazón.
70 Ellos son fríos y e insensibles, pero yo amo tu ley.
71 El sufrimiento por el que pasé fue bueno para mi, porque pude meditar en lo que has dicho.
72 Tus enseñanzas son más valiosas para mi que el oro y la plata en abundancia.
73 Tú me creaste y me hiciste como soy. Ayúdame a entender mejor tus mandamientos.
74 Que los que te adoran se alegren al verme, porque he puesto mi confianza en tu palabra.
75 Señor, yo sé que decides con rectitud. Tú me derribaste para ayudarme porque eres fiel.
76 Te pido que tu amor y fidelidad me consuelen como me lo has prometido.
77 Ten compasión de mi para que pueda vivir, porque amo tus enseñanzas.
78 Derriba a los orgullosos que me han hecho daño con sus mentiras. Yo me dedicaré a meditar en tus enseñanzas.
79 Permite que los que te siguen me busquen, aquellos que entienden tus leyes.
80 Que en mi inocencia pueda seguir tus normas sin ser avergonzado.
81 Me siento agotado de tanto esperar por tu salvación, pero mantengo mi esperanza en tu palabra.
82 Mis ojos se esfuerzan por guardar tus promesas, y se preguntan cuándo vendrás a consolarme.
83 Estoy arrugado como un odre arrugado por el humo. Pero no he olvidado cómo hacer tu voluntad.
84 ¿Hasta cuándo tengo que esperar para que castigues a mis perseguidores?
85 Estas personas arrogantes han cavado huecos para hacerme caer. No conocen tu ley.
86 Todos tus mandamientos son fieles. Ayúdame para mantenerme en pie ante estas personas que me persiguen con sus mentiras.
87 Casi me han matado, pero no he dejado de hacer tu voluntad.
88 Por tu amor incondicional, Señor, no me dejes morir, para poder seguir andando según las enseñanzas que me has dado.
89 Señor, tu palabra permanece para siempre, y se mantiene firme en los cielos.
90 Tu fidelidad se extiende por generaciones, y es tan permanente como la tierra que tú creaste.
91 Tus juicios siguen vigentes —aun hasta hoy—porque todo sirve a tu voluntad.
92 Si no fuera porque amo tus enseñanzas, mi sufrimiento me habría matado.
93 Nunca olvidaré tus instrucciones, porque a través de ellas me das vida.
94 Soy tuyo, Señor. ¡Sálvame! Sabes que con devoción sigo tus principios.
95 Aunque los malvados están esperando para tomarme por sorpresa y matarme, mantendré mi pensamiento enfocado en tus enseñanzas.
96 Reconozco que la perfección humana tiene límites, pero tus leyes no tienen límites.
97 ¡Cuánto amo tu ley! En ella medito de día y de noche.
98 Tus mandamientos me han hecho más sabio que mis enemigos, porque siempre estoy pensando en tus instrucciones.
99 De hecho, he adquirido mayor entendimiento que todos mis maestros, porque dedico mi tiempo a meditar en tus enseñanzas.
100 Hasta mi entendimiento supera al de los ancianos, porque sigo tus caminos.
101 Evito hacer cualquier cosa que conduzca al mal, porque quiero seguir fiel a tu palabra.
102 Nunca he rechazado tus enseñanzas porque tu mismo me has enseñado lo que debo hacer.
Salmos 119 in Versión Biblia Libre