158 Me indigna ver a los infieles porque aborrecen tu palabra.
159 Señor, mira cuánto amo tus mandamientos. Por favor, déjame vivir, conforme a tu amor incondicional.
160 ¡Tu palabra es verdad! Y todas tus leyes permanecerán para siempre.
161 Los líderes me persiguen sin razón alguna, pero yo solo respeto a tu palabra.
162 Tu palabra me hace tan feliz como aquél que encuentra un inmenso tesoro.
163 Aborrezco y rechazo la mentira, pero amo tus enseñanzas.
164 Te alabo siete veces al día porque tus leyes son buenas.
165 Los que aman tus enseñanzas viven en paz y nada los hace caer.
166 Señor, espero con ansias tu salvación y guardo tus mandamientos.
167 Obedezco tus leyes y las amo con todo mi corazón.
168 Guardo tus mandamientos y tus leyes porque tú ves todo lo que hago.
169 Señor, escucha mi triste lamento. Ayúdame a entender conforme me lo has prometido.
170 Por favor, escúchame y sálvame confirme a tu promesa.
171 Déjame elevar alabanzas a ti, porque tú me enseñas lo que debo hacer.
172 Cantaré de tu palabra, porque todos tus mandamientos son rectos.
173 Por favor, sé pronto para ayudarme porque he elegido seguir tus caminos.
174 Anhelo tu salvación, Señor; y tus enseñanzas me proporcionan felicidad.
175 Ojalá pueda vivir alabándote y que tus enseñanzas sean mi ayuda.