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Salmos 119:119-138 in Spanish

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Salmos 119:119-138 in La Biblia en Español Sencillo

119 Todos los pecadores de la tierra son como desperdicios en tus ojos; y por esta causa le doy mi amor a tu palabra inmutable.
120 Mi carne se estremece por temor a ti; Doy honor a tus decisiones. AIN.
121 He hecho lo que es bueno y correcto: no me entregarás en manos de aquellos que están trabajando en mi contra.
122 Toma los intereses de su sirviente a su cuidado; no me dejes ser oprimido por los hombres de orgullo.
123 Mis ojos se desperdician con el deseo de tu salvación y de la palabra de tu justicia.
124 Sé bueno con tu siervo en tu misericordia, y dame enseñanza en tus reglas.
125 Yo soy tu siervo; dame sabiduría, para que pueda tener conocimiento de tu palabra inmutable.
126 Es hora, oh Señor, que hagas que tu obra sea vista; porque ellos han hecho tu ley sin efecto.
127 Por esta razón, amo mucho más tus enseñanzas que el oro, incluso el oro resplandeciente.
128 Por eso, sigo recto en todas las cosas según tus órdenes; y soy un enemigo de todo camino falso. PE.
129 Tu palabra inmutable está llena de asombro; por esta razón mi alma lo guarda.
130 La apertura de tus palabras ilumina; da sentido al simple.
131 Mi boca estaba abierta, esperando con gran deseo tus enseñanzas.
132 Dejen que sus ojos se vuelvan hacia mí, y tengan misericordia de mí, como es correcto para ti hacer a los que son amantes de tu nombre.
133 Deja que mis pasos sean guiados por tu palabra; y que el pecado no tenga control sobre mí.
134 Hazme libre del cruel dominio del hombre; entonces guardaré tus mandamientos.
135 Deja que tu siervo vea el resplandor de tu rostro; dame conocimiento de tus reglas.
136 Ríos de agua fluyen de mis ojos, porque los hombres no cumplen con tu ley. TSADE.
137 Oh Señor, grande es tu justicia, y tus decisiones son rectas.
138 Has dado tu palabra inmutable en justicia, y es para siempre.
Salmos 119 in La Biblia en Español Sencillo

Salmos 119:119-138 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

119 Como escorias hiciste consumir á todos los impíos de la tierra: por tanto yo he amado tus testimonios.
120 Mi carne se ha extremecido por temor de ti; y de tus juicios tengo miedo.
121 AIN. Juicio y justicia he hecho; no me dejes á mis opresores.
122 Responde por tu siervo para bien: no me hagan violencia los soberbios.
123 Mis ojos desfallecieron por tu salud, y por el dicho de tu justicia.
124 Haz con tu siervo según tu misericordia, y enséñame tus estatutos.
125 Tu siervo soy yo, dame entendimiento; para que sepa tus testimonios.
126 Tiempo es de hacer, oh Jehová; disipado han tu ley.
127 Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro.
128 Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos: aborrecí todo camino de mentira.
129 PE. Maravillosos son tus testimonios: por tanto los ha guardado mi alma.
130 El principio de tus palabras alumbra; hace entender á los simples.
131 Mi boca abrí y suspiré; porque deseaba tus mandamientos.
132 Mírame, y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu nombre.
133 Ordena mis pasos con tu palabra; y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
134 Redímeme de la violencia de los hombres; y guardaré tus mandamientos.
135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; y enséñame tus estatutos.
136 Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley.
137 TZADDI. Justo eres tú, oh Jehová, y rectos tus juicios.
138 Tus testimonios, que has recomendado, son rectos y muy fieles.
Salmos 119 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

Salmos 119:119-138 in Versión Biblia Libre

119 Tú tratas a los perversos en la tierra como seres despreciables que han de ser desechados. Por eso amo tu ley.
120 ¡Me estremezco al pensar en ti, y te temo por tus juicios!
121 He hecho lo justo y lo recto. Por ello, no me abandones en manos de mis enemigos.
122 Por favor, prométeme que cuidarás de mi tu siervo. No dejes que los arrogantes me maltraten.
123 Mis ojos están cansados de esperar tu salvación, tratando de ver cumplida tu promesa de hacer buenas todas las cosas.
124 A mi, que soy tu siervo, trátame según tu amor y fidelidad. Enséñame tu voluntad.
125 Soy tu siervo. Por favor, dame discernimiento para entender tus enseñanzas.
126 Señor, ya es hora de que actúes respecto a estas personas que han quebrantado tus leyes.
127 Por ello amo tus mandamientos más que el oro. Más que el oro puro.
128 Cada uno de tus principios es justo. Por ello aborrezco los caminos del engaño.
129 ¡Tus leyes son maravillosas y por ello las obedezco!
130 El estudiar tu palabra proporciona tanta luz, que aún los iletrados pueden etenderla.
131 Anhelo con fervor escuchar tu voluntad.
132 Por favor, escúchame y sé bondadoso conmigo, como lo eres con todos los que te aman.
133 Muéstrame a través de tu palabra el camino que debo tomar, y no dejes que ningún mal se apodere de mi.
134 Sálvame de la gente cruel, para poder seguir tus enseñanzas.
135 Por favor, mírame con amor, a mi, tu siervo; y enséñame lo que debo hacer.
136 Mis lágrimas corren por mi rostro mientras lloro por los que no guardan tu ley.
137 ¡Señor, tú eres recto y tus decisiones son justas!
138 Tú me has dado tus mandatos que son justos y absolutamente confiables.
Salmos 119 in Versión Biblia Libre