106 ¡He hecho una promesa, y la mantendré! ¡Seguiré tus principios porque son rectos!
107 ¡Señor, mira cuánto estoy sufriendo! Por favor, déjame vivir, tal como me lo has prometido.
108 Por favor, Señor, acepta mi ofrenda de adoración que te traigo de todo corazón. Enséñame tus principios.
109 Mi vida siempre está en peligro, pero nunca me olvidaré de tu ley.
110 Los malvados me han tendido trampas, pero no me alejaré de tus mandamientos.
111 Siempre me aferraré a tus enseñanzas porque tu palabra me llena de felicidad.