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Proverbios 8:24-34 in Spanish

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Proverbios 8:24-34 in La Biblia en Español Sencillo

24 Cuando no había fondo, me dieron a luz, cuando no había fuentes que fluyeran con agua.
25 Antes que pusiera los montes en su lugar, antes de que nacieran las colinas,
26 cuando no había hecho la tierra, ni los campos, ni el polvo del mundo.
27 Cuando preparó los cielos, yo estaba allí: cuando puso un arco sobre la faz del abismo:
28 Cuando hizo fuertes los cielos arriba: cuando las fuentes del abismo se fijaron:
29 Cuando puso un límite al mar , para que las aguas no vayan en contra de su palabra: cuando puso en posición las bases de la tierra:
30 Entonces yo estaba a su lado, como un maestro de obras; y yo era su deleite día tras día, tocando delante de él en todo el tiempo;
31 Jugando en su tierra; y mi deleite fue con los hijos de los hombres.
32 Escúchenme, hijos míos, porque son felices los que guardan mis caminos.
33 Tomen ustedes mi enseñanza y háganse sabio; no la dejen ir.
34 Bienaventurado el hombre que me presta atención, mirando a mis puertas día tras día, manteniendo su lugar junto a las columnas de mi casa.
Proverbios 8 in La Biblia en Español Sencillo

Proverbios 8:24-34 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

24 Antes de los abismos fuí engendrada; antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas.
25 Antes que los montes fuesen fundados, antes de los collados, era yo engendrada:
26 No había aún hecho la tierra, ni las campiñas, ni el principio del polvo del mundo.
27 Cuando formaba los cielos, allí estaba yo; cuando señalaba por compás la sobrefaz del abismo;
28 Cuando afirmaba los cielos arriba, cuando afirmaba las fuentes del abismo;
29 Cuando ponía á la mar su estatuto, y á las aguas, que no pasasen su mandamiento; cuando establecía los fundamentos de la tierra;
30 Con él estaba yo ordenándolo todo; y fuí su delicia todos los días, teniendo solaz delante de él en todo tiempo.
31 Huélgome en la parte habitable de su tierra; y mis delicias son con los hijos de los hombres.
32 Ahora pues, hijos, oidme; y bienaventurados los que guardaren mis caminos.
33 Atended el consejo, y sed sabios, y no lo menospreciéis.
34 Bienaventurado el hombre que me oye, velando á mis puertas cada día, guardando los umbrales de mis entradas.
Proverbios 8 in Santa Biblia — Reina Valera 1909