8 Deja que tu boca se abra para aquellos que no tienen voz, en la causa de aquellos que están listos para la muerte.
9 Deja que tu boca se abra, juzgue con razón, y tome decisiones correctas en la causa de los pobres y los necesitados.
10 ¿Quién puede descubrir a una mujer virtuosa? Por su precio es mucho más alto que las joyas.
11 El corazón de su marido tiene fe en ella, y él tendrá provecho en toda su medida.
12 Ella le hace bien y no mal todos los días de su vida.
13 Ella obtiene lana y lino, trabajando en el negocio de sus manos.
14 Ella es como las naves mercantes, obteniendo comida de muy lejos.
15 Se levanta cuando aún es de noche, y da carne a su familia, y su comida a sus siervas.
16 Después de mirar un campo con cuidado, lo consigue por un precio, plantando un jardín de vid con el beneficio de su trabajo.
17 Ella pone una banda de fuerza a su alrededor, y hace que sus brazos sean fuertes.
18 Ella ve que su mercadeo es beneficioso para ella: su luz no se apaga durante la noche.