2 Gloria de Dios es encubrir la palabra; mas honra del rey es escudriñar la palabra.
3 Para la altura de los cielos, y para la profundidad de la tierra, y para el corazón de los reyes, no hay investigación.
4 Quita las escorias de la plata, y saldrá vaso al fundidor.
5 Aparta al impío de la presencia del rey, y su trono se afirmará en justicia.
6 No te alabes delante del rey, ni estés en el lugar de los grandes:
7 Porque mejor es que se te diga, Sube acá, que no que seas humillado delante del príncipe que miraron tus ojos.
8 No salgas á pleito presto, no sea que no sepas qué hacer al fin, después que tu prójimo te haya dejado confuso.
9 Trata tu causa con tu compañero y no descubras el secreto á otro.
10 No sea que te deshonre el que lo oyere, y tu infamia no pueda repararse.
11 Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene.
12 Como zarcillo de oro y joyel de oro fino, es el que reprende al sabio que tiene oído dócil.
13 Como frío de nieve en tiempo de la siega, así es el mensajero fiel á los que lo envían: pues al alma de su señor da refrigerio.