10 O tu oyente puede decir mal de ti, y tu vergüenza no podrá repararse.
11 Una palabra en el momento correcto es como manzanas de oro en una red de plata.
12 Como un anillo en la nariz de oro y un adorno del mejor oro, es un hombre sabio que da palabras de corrección a un oído listo para prestar atención.
13 Como el frío de la nieve en el tiempo de cortar el grano, así es un verdadero siervo de los que lo envían; porque da nueva vida al alma de su maestro.
14 Como nubes y viento sin lluvia, así es el que toma el crédito de una ofrenda que no ha dado.
15 Un juez es movido por uno que durante mucho tiempo sufre errores sin protestar, y con palabras suaves incluso el hueso se rompe.
16 Si tienes miel, toma solo lo que sea suficiente para ti; por temor a que, al estar lleno de eso, la vomites.
17 No pongas tu pie con frecuencia en la casa de tu prójimo, o él puede cansarse de ti, y su sentimiento se convertirá en odio.
18 El que da falso testimonio contra su prójimo es un martillo, una espada y una flecha filosa.
19 Poner la fe en un hombre falso en tiempo de angustia es como un diente roto y un pie tembloroso.
20 Como el que se quita la ropa en clima frío y como el ácido en una herida, es el que hace melodía a un corazón triste.
21 Si tu enemigo tiene necesidad de alimento, dale pan; y si tiene necesidad de beber, dale agua;