27 El temor del Señor es una fuente de vida, por la cual uno puede ser apartado de las redes de la muerte.
28 La gloria del rey está en el número de su pueblo; y por necesidad del pueblo, un gobernante puede llegar a la destrucción.
29 El que tarda en enojarse tiene gran sensatez; pero aquel cuyo espíritu es demasiado rápido enaltece a lo que es tonto.
30 Una mente tranquila es la vida del cuerpo, pero la envidia es una enfermedad en los huesos.
31 El que es duro con el pobre avergüenza a su Hacedor; pero el que tiene misericordia de los necesitados le da honor.
32 El pecador es trastornado en su maldad, pero el hombre recto tiene esperanza en su justicia.
33 La sabiduría tiene su lugar de descanso en la mente de los sabios, pero ella no se ve entre los necios.
34 Por la justicia una nación se enaltece, pero el pecado es motivo de vergüenza para los pueblos.
35 El rey se complace en un siervo que hace sabiamente, pero su ira es contra el que es motivo de vergüenza.