18 El odio está encubierto por los labios del hombre mentiroso, y el que propaga mentiras es un insensato.
19 Donde se habla mucho, el pecado no tendrá fin, pero el que tiene la boca cerrada lo hace sabiamente.
20 La lengua del hombre recto es como plata probada; el corazón del malhechor es de poco valor.
21 Los labios del hombre recto dan de comer a los hombres, pero los necios mueren por falta de juicio.
22 La bendición del Señor da riqueza: y no añade tristeza consigo.
23 Al necio le parece bien hacer el mal, pero el hombre de buen juicio se deleita con la sabiduría.
24 Lo temido por el malvado vendrá a él, pero el hombre recto obtendrá su deseo.
25 Cuando el viento de la tormenta ha pasado, el pecador ya no se ve, pero el hombre recto está a salvo para siempre.
26 Como bebida ácida para los dientes y como humo para los ojos, así es el que odia el trabajo a los que lo envían.
27 El temor del Señor da larga vida, pero los años del malhechor serán acortados.
28 La esperanza del hombre recto dará alegría, pero la espera del malhechor tendrá su fin en la tristeza.
29 El camino del Señor es una torre fuerte para el hombre recto, pero destrucción para los que trabajan mal.
30 El hombre recto nunca será movido, pero los malhechores no tendrán un lugar de descanso seguro en la tierra.
31 La boca del hombre recto está floreciendo con sabiduría, pero la lengua retorcida será cortada.
32 Los labios del hombre recto tienen conocimiento de lo que agrada, pero retorcidos son las bocas de los malhechores.