25 Entonces el sacerdote liberará a la gente del pecado, y tendrán perdón; porque fue un error, y han dado su ofrenda encendida al Señor, y su ofrenda por el pecado ante el Señor, a causa de su error.
26 Y toda la reunión de los hijos de Israel, así como los de otras tierras que viven entre ellos, tendrán perdón; Porque fue un error por parte de la gente.
27 Y si una persona se equivoca, sin ser consciente de ello, entonces déle una cabra del primer año para una ofrenda por el pecado.
28 Y el sacerdote quitará el pecado de la persona que ha hecho el mal, si el mal se hizo inconscientemente, y tendrá perdón.
29 La ley relacionada con el mal que se hace inconscientemente debe ser la misma para el que es israelita de nacimiento y para el hombre de otro país que vive entre ellos.
30 Pero la persona que hace mal en el orgullo de su corazón, si es uno de ustedes o de otra nación por nacimiento, está actuando sin respeto para el Señor, y será separada de su pueblo.
31 Porque no tenía respeto por la palabra del Señor, y no guardó su ley, la persona será cortada sin misericordia y su pecado estará sobre ella.
32 Ahora, mientras los hijos de Israel estaban en el desierto, vieron a un hombre que estaba recogiendo leña en el día de reposo.
33 Y los que lo vieron recoger leña, lo llevaron ante Moisés, Aarón y todo el pueblo.
34 Y lo encerraron, porque no tenían instrucciones sobre lo que se debía hacer con él.
35 Entonces el Señor le dijo a Moisés: Ciertamente, el hombre ha de ser muerto: sea apedreado por todas las personas fuera del campamento de la tienda.
36 Así que todo el pueblo lo sacó fuera del campamento de la tienda y fue condenado a muerte allí, como el Señor le dio órdenes a Moisés.