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Marcos 8:1-33 in Spanish

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Marcos 8:1-33 in La Biblia en Español Sencillo

1 En aquellos días otra vez, cuando había una gran multitud de gente y no tenían comida, él llamó a sus discípulos y les dijo:
2 Tengo piedad de esta gente, porque han estado conmigo tres días, y no tienen comida;
3 Y Si los regreso a sus casas sin comida, se desmayaran por el cansancio en el camino; y algunos de ellos han venido de lejos.
4 Y sus discípulos dijeron en respuesta: ¿Cómo será posible obtener suficiente pan para estos hombres aquí en un lugar desolado?
5 Y él formuló la pregunta: ¿Cuánto pan tienes? Y ellos dijeron: Siete panes.
6 E hizo que el pueblo se sentara en la tierra; y tomó los siete panes, y habiendo alabado, les dio el pan partido a sus discípulos para que lo repartieran entre ello.
7 Y tenían algunos peces pequeños; y bendiciendolos, los hizo que los distribuyeran a la gente de la misma manera.
8 Y tomaron la comida, y comieron suficiente hasta llenarse; y tomaron siete cestas llenas de los pedazos que les sobró.
9 Y había como cuatro mil personas, y Jesús los despidió a su casa.
10 Y subió a la barca con sus discípulos enseguida, y entró a la región de Dalmanuta.
11 Y saliendo los Fariseos, le hicieron preguntas, pidiéndole una prueba como señal del cielo.
12 Y él estaba muy triste de espíritu, y dijo: ¿Por qué esta generación está buscando una señal? de verdad, les digo, no se dará ninguna señal a esta generación.
13 Y él se fue de ellos, y otra vez subió a la barca y se fue al otro lado.
14 Y no habían pensado en obtener pan; y solo tenían una torta de pan con ellos en el bote.
15 Y él les dijo: Tengan cuidado estén alerta contra la levadura de los fariseos y la levadura de Herodes.
16 Y decían el uno al otro: No tenemos pan.
17 Y Jesús, al oírlos, les dijo: ¿Por qué discuten entre ustedes que no tienen pan? ¿Todavía no ven, y todavía no está claro para ustedes? son sus corazones tan duros?
18 Tienen ojos, y no ven? y teniendo oídos, ¿no oyen ? y no tienen memoria?
19 Cuando repartía pan de los cinco panes entre los cinco mil, ¿cuántas canastas llenas de trozos de pan sobraron? Ellos le dijeron: Doce.
20 Y cuando reparti los siete panes entre los cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas recogieron ? Y ellos le dijeron: Siete.
21 Y él les dijo: ¿Todavía no está claro para ustedes?
22 Y vinieron a Betsaida. Y le llevaron a un hombre ciego, pidiéndole que le pusiera las manos encima.
23 Y tomó por la mano al ciego, y salió con él fuera de la ciudad; y cuando le puso saliva en los ojos y le había puesto las manos encima, dijo: ¿Ves algo?
24 Y al levantar la vista, dijo: Veo hombres; Los veo como árboles, caminando.
25 Luego volvió a poner sus manos sobre sus ojos; y mirando con fuerza, pudo ver y vio todas las cosas con claridad.
26 Y lo envió a su casa, diciendo: No vayas a la ciudad.
27 Y salió Jesús con sus discípulos a los pueblos alrededor de Cesarea de Filipo; y en el camino hizo una pregunta a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que soy yo?
28 Y respondieron, Juan el Bautista; y otros, Elías; pero otros, uno de los profetas.
29 Y él les preguntó : Y ustedes ¿quién dicen que soy? Pedro dijo en respuesta: Tú eres el Cristo.
30 Y les ordenó que no le dijeran esto a nadie.
31 Y enseñándoles, él dijo que el Hijo del hombre tendría que sufrir mucho, y ser aborrecido por los que están en autoridad, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y después de tres días resucitará.
32 Y él dijo esto abiertamente. Y Pedro lo llevó del brazo aparte, y lo estaba reprendiendo.
33 Pero él, volviéndose, y viendo a sus discípulos, dijo bruscamente a Pedro: Quítate de mi camino, Satanás, porque tu mente no está en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
Marcos 8 in La Biblia en Español Sencillo

Marcos 8:1-33 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

1 EN aquellos días, como hubo gran gentío, y no tenían qué comer, Jesús llamó á sus discípulos, y les dijo:
2 Tengo compasión de la multitud, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer:
3 Y si los enviare en ayunas á sus casas, desmayarán en el camino; porque algunos de ellos han venido de lejos.
4 Y sus discípulos le respondieron: ¿De dónde podrá alguien hartar á estos de pan aquí en el desierto?
5 Y les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete.
6 Entonces mandó á la multitud que se recostase en tierra; y tomando los siete panes, habiendo dado gracias, partió, y dió á sus discípulos que los pusiesen delante: y los pusieron delante á la multitud.
7 Tenían también unos pocos pececillos: y los bendijo, y mandó que también los pusiesen delante.
8 Y comieron, y se hartaron: y levantaron de los pedazos que habían sobrado, siete espuertas.
9 Y eran los que comieron, como cuatro mil: y los despidió.
10 Y luego entrando en el barco con sus discípulos, vino á las partes de Dalmanutha.
11 Y vinieron los Fariseos, y comenzaron á altercar con él, pidiéndole señal del cielo, tentándole.
12 Y gimiendo en su espíritu, dice: ¿Por qué pide señal esta generación? De cierto os digo que no se dará señal á esta generación.
13 Y dejándolos, volvió á entrar en el barco, y se fué de la otra parte.
14 Y se habían olvidado de tomar pan, y no tenían sino un pan consigo en el barco.
15 Y les mandó, diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los Fariseos, y de la levadura de Herodes.
16 Y altercaban los unos con los otros diciendo: Pan no tenemos.
17 Y como Jesús lo entendió, les dice: ¿Qué altercáis, porque no tenéis pan? ¿no consideráis ni entendéis? ¿aun tenéis endurecido vuestro corazón?
18 ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿y no os acordáis?
19 Cuando partí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas espuertas llenas de los pedazos alzasteis? Y ellos dijeron: Doce.
20 Y cuando los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas espuertas llenas de los pedazos alzasteis? Y ellos dijeron: Siete.
21 Y les dijo: ¿Cómo aun no entendéis?
22 Y vino á Bethsaida; y le traen un ciego, y le ruegan que le tocase.
23 Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, y poniéndole las manos encima, le preguntó si veía algo.
24 Y él mirando, dijo: Veo los hombres, pues veo que andan como árboles.
25 Luego le puso otra vez las manos sobre sus ojos, y le hizo que mirase; y fué restablecido, y vió de lejos y claramente á todos.
26 Y envióle á su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni lo digas á nadie en la aldea.
27 Y salió Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó á sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo?
28 Y ellos respondieron: Juan Bautista; y otros, Elías; y otros, Alguno de los profetas.
29 Entonces él les dice: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Y respondiendo Pedro, le dice: Tú eres el Cristo.
30 Y les apercibió que no hablasen de él á ninguno.
31 Y comenzó á enseñarles, que convenía que el Hijo del hombre padeciese mucho, y ser reprobado de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días.
32 Y claramente decía esta palabra. Entonces Pedro le tomó, y le comenzó á reprender.
33 Y él, volviéndose y mirando á sus discípulos, riñó á Pedro, diciendo: Apártate de mí, Satanás; porque no sabes las cosas que son de Dios, sino las que son de los hombres.
Marcos 8 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

Marcos 8:1-33 in Versión Biblia Libre

1 En esos días se reunió otra gran multitud y de nuevo no tenían nada para comer. Entonces Jesús reunió a los discípulos y les dijo:
2 “Me da gran pesar por ellos porque ya han estado aquí conmigo por tres días y no tienen nada para comer.
3 Si los despido sin comer, se desmayarán en el camino. Y algunos han venido desde muy lejos.”
4 “¿Dónde podría alguien encontrar suficiente pan para alimentarlos aquí, en este desierto?” respondieron sus discípulos.
5 “¿Cuántos panes tienen?” preguntó Jesús. “Siete,” respondieron ellos.
6 Entonces pidió a la multitud que se sentaran en el suelo. Luego tomó los siete panes y dio gracias. Partió el pan y entregó los trozos de pan a sus discípulos para que los dieran a la multitud.
7 También tenían un pescado, así que después de bendecirlo, dijo: “Tomen estos y compártanlos también.”
8 Y comieron hasta que quedaron saciados, y luego recogieron siete canastas con lo que había sobrado.
9 Había allí cuatro mil personas. Y después de despedirlos,
10 Jesús subió a una barca con sus discípulos y se dirigió a la región de Dalmanuta.
11 Los Fariseos llegaron y comenzaron a discutir con él, queriendo que les mostrara alguna señal milagrosa del cielo, tratando así de probarlo.
12 Entonces Jesús suspiró profundamente y preguntó: “¿Por qué la gente quiere una señal? Les digo la verdad: No les daré una señal.”
13 Entonces los dejó allí, subió a la barca, y volvió a cruzar el lago.
14 Pero los discípulos habían olvidado llevar pan. Lo único que tenían en la barca era un solo pan.
15 “¡Estén alerta y cuídense de la levadura de los Fariseos y de Herodes!” les advirtió.
16 “Él lo dice porque no trajimos pan,” concluyeron ellos.
17 Pero Jesús sabía lo que ellos estaban diciendo y dijo: “¿Por qué están hablando acerca del pan que no trajeron? ¿Aún no están pensando ni están entendiendo? ¿Han cerrado sus mentes?
18 ¿Acaso no tienen ojos para ver y oídos para oír?
19 ¿No recuerdan que repartí cinco panes entre cinco mil personas? ¿Cuántas canastas sobrantes recogieron?” “Doce,” respondieron ellos
20 “Y los siete panes que se repartieron entre cuatro mil. ¿Cuántas canastas sobrantes recogieron ustedes?” “Siete,” respondieron.
21 “¿Aún no entienden?” les preguntó.
22 Entonces partieron hacia Betsaida, donde unas personas trajeron a un hombre ciego ante Jesús. Ellos le rogaban a Jesús que lo tocara y lo sanara.
23 Entonces Jesús tomó al hombre ciego por la mano y lo llevó fuera de la aldea. Luego escupió en los ojos del hombre y lo tocó con sus manos. Entonces Jesús le preguntó: “¿Puedes ver?”
24 El hombre miró a su alrededor, y dijo: “Puedo ver a la gente, pero lucen como árboles que caminan.”
25 Entonces Jesús tocó una vez más los ojos del hombre, y pudo ver claramente. Había sido curado y su vista estaba clara.
26 Entonces Jesús envió al hombre a su casa, y le dijo: “No pases de regreso por la aldea.”
27 Jesús y sus discípulos se marcharon para ir a las aldeas de Cesarea de Filipo. Y cuando iban de camino, le preguntó a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que soy?”
28 “Algunos dicen que eres Juan el Bautista, otros dicen que eres Elías, y otros dicen que eres uno de los profetas,” respondieron ellos.
29 “¿Pero quién dicen ustedes que soy yo?” les preguntó. “¡Tú eres el Mesías!” respondió Pedro.
30 Jesús les advirtió acerca de no contarle a nadie sobre él.
31 Entonces comenzó a explicarles que el Hijo del hombre sufriría muchas cosas y sería rechazado por los ancianos, por los sumos sacerdotes, y por los maestros religiosos. Sería llevado a la muerte, pero tres días después se levantaría de nuevo.
32 Jesús les explicaba esto de manera muy clara. Pero Pedro lo llevó aparte y comenzó a amonestarlo por decir tales cosas.
33 Entonces Jesús se dio vuelta y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro. “Apártate de mí, Satanás,” dijo. “No estás pensando como Dios piensa, sino como piensan los humanos.”
Marcos 8 in Versión Biblia Libre