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Lucas 7:17-48 in Spanish

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Lucas 7:17-48 in La Biblia en Español Sencillo

17 Y esta historia acerca de él; extendió su fama por toda Judea y los lugares de alrededor.
18 Y los discípulos de Juan le dieron cuenta de todas estas cosas. Y Juan llamó a dos de sus discípulos,
19 Entonces Juan envió a dos de sus discípulos al Señor, diciendo: ¿Eres tú el que ha de venir, o esperamos otro?
20 Y cuando los hombres vinieron a él, le dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, diciendo: ¿Eres tú el que ha de venir, o estamos esperando otro?
21 En ese momento, liberó a varias personas de sus enfermedades y dolores, y de espíritus malos; y a otros que estaban ciegos les dio la vista.
22 Y respondiendo Jesús, les dijo: Ve, y hazle saber a Juan de lo que has visto, y oído; los ciegos ahora ven, los cojos caminan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el mensaje de salvación.
23 Y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí.
24 Y cuando los hombres que fueron enviados por Juan, se habían ido, él dijo a la gente, acerca de Juan: ¿Qué salisteis a ver al desierto? un tallo alto moviéndose por el viento?
25 ¿Pero qué salieron a ver? un hombre con ropa delicada? Mira ahora, aquellos que tienen ropa hermosa y comida deliciosa están en casas de reyes.
26 Pero, ¿qué salieron a ver? ¿un profeta? Sí, les digo, y más que un profeta.
27 Este es aquel de quien se ha escrito: Mira, envío a mi siervo delante de ti, quien preparará tu camino delante de ti.
28 Les digo que entre los nacidos de mujeres, ninguno es mayor que Juan el bautista; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él.
29 Y todo el pueblo y los recaudadores de impuestos, que lo oyeron,reconocieron la justicia de Dios, siendo bautizados con el bautismo de Juan.
30 Pero los fariseos y los maestros de la ley estaban en contra del propósito de Dios para ellos mismos, no siendo bautizados por Juan.
31 Y dijo él Señor ¿Qué comparación debo hacer de los hombres de esta generación? cómo son?
32 Son como niños que están sentados en el mercado, clamando unos a otros, y diciendo: Hicimos música para ti, pero no participaste en el baile; lanzamos gritos de dolor, pero no lloraste.
33 Porque vino Juan el Bautista, que no comía ni bebía, y dicen : Él tiene espíritu malo.
34 El Hijo del Hombre se fue de fiesta y ustedes dicen: Aquí hay un amante de la comida y el vino, un amigo de los publicanos y los pecadores.
35 Mas la sabiduría es juzgada por todos sus hijos.
36 Y uno de los fariseos le pidió que comiera con él. Y él fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa.
37 Y había una mujer en la ciudad que era pecadora; y cuando tuvo noticias de que era un invitado en la casa del fariseo, tomó una botella de alabastro con perfume,
38 Y entró y tomó su lugar detrás de él, cerca de sus pies, llorando, de modo que sus pies se lavaron con las lágrimas de sus ojos, y con su cabello los hizo secar, y besando sus pies ella colocó el perfume sobre ellos.
39 Cuando el fariseo en cuya casa estaba, lo vio, se dijo a sí mismo: Este hombre, si fuera profeta, sería consciente de qué clase de mujer es esta que le puso las manos encima, que es pecadora.
40 Y Jesús, respondiendo, dijo: Simón, tengo algo que decirte. Y él dijo: Maestro, continúa.
41 Y él dijo: Dos hombres estaban en deuda con cierto hombre de negocios: uno tenía una deuda de quinientos denarios, y la otra de cincuenta.
42 Cuando no pudieron hacer el pago, los liberó de sus deudas. ¿Cuál de ellos, ahora, tendrá mayor amor por él?
43 Simón, en respuesta, dijo: Parece ser él, cuya deuda era mayor. Y él dijo: Tu decisión es correcta.
44 Y volviéndose a la mujer, le dijo a Simón: ¿Ves a esta mujer? Entré a tu casa; no me diste agua para mis pies, pero ella me lavó los pies con las lágrimas de sus ojos y los secó con su cabello.
45 No me diste un beso, pero ella, desde el momento en que entré, ha seguido besándome los pies.
46 No pusiste aceite sobre mi cabeza; mas ella puso perfume en mis pies.
47 Y así te digo, ella tendrá perdón por su gran número de pecados que son muchos, por su gran amor; pero el que tiene poca necesidad de perdón, da poco amor.
48 Y él le dijo a ella: Tus tus pecados te son perdonados.
Lucas 7 in La Biblia en Español Sencillo

San Lucas 7:17-48 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

17 Y salió esta fama de él por toda Judea, y por toda la tierra de alrededor.
18 Y sus discípulos dieron á Juan las nuevas de todas estas cosas: y llamó Juan á dos de sus discípulos,
19 Y envió á Jesús, diciendo: ¿Eres tú aquél que había de venir, ó esperaremos á otro?
20 Y como los hombres vinieron á él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado á ti, diciendo: ¿Eres tú aquél que había de venir, ó esperaremos á otro?
21 Y en la misma hora sanó á muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos; y á muchos ciegos dió la vista.
22 Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, dad las nuevas á Juan de lo que habéis visto y oído: que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos resucitan, á los pobres es anunciado el evangelio:
23 Y bienaventurado es el que no fuere escandalizado en mí.
24 Y como se fueron los mensajeros de Juan, comenzó á hablar de Juan á las gentes: ¿Qué salisteis á ver al desierto? ¿una caña que es agitada por el viento?
25 Mas ¿qué salisteis á ver? ¿un hombre cubierto de vestidos delicados? He aquí, los que están en vestido precioso, y viven en delicias, en los palacios de los reyes están.
26 Mas ¿qué salisteis á ver? ¿un profeta? También os digo, y aun más que profeta.
27 Este es de quien está escrito: He aquí, envío mi mensajero delante de tu faz, el cual aparejará tu camino delante de ti.
28 Porque os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista: mas el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él.
29 Y todo el pueblo oyéndole, y los publicanos, justificaron á Dios, bautizándose con el bautismo de Juan.
30 Mas los Fariseos y los sabios de la ley, desecharon el consejo de Dios contra sí mismos, no siendo bautizados de él.
31 Y dice el Señor: ¿A quién, pues, compararé los hombres de esta generación, y á qué son semejantes?
32 Semejantes son á los muchachos sentados en la plaza, y que dan voces los unos á los otros, y dicen: Os tañimos con flautas, y no bailasteis: os endechamos, y no llorasteis.
33 Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan, ni bebía vino, y decís: Demonio tiene.
34 Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores.
35 Mas la sabiduría es justificada de todos sus hijos.
36 Y le rogó uno de los Fariseos, que comiese con él. Y entrado en casa del Fariseo, sentóse á la mesa.
37 Y he aquí una mujer que había sido pecadora en la ciudad, como entendió que estaba á la mesa en casa de aquel Fariseo, trajo un alabastro de ungüento,
38 Y estando detrás á sus pies, comenzó llorando á regar con lágrimas sus pies, y los limpiaba con los cabellos de su cabeza; y besaba sus pies, y los ungía con el ungüento.
39 Y como vió esto el Fariseo que le había convidado, habló entre sí, diciendo: Este, si fuera profeta, conocería quién y cuál es la mujer que le toca, que es pecadora.
40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él dice: Di, Maestro.
41 Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta;
42 Y no teniendo ellos de qué pagar, perdonó á ambos. Di, pues, ¿cuál de éstos le amará más?
43 Y respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquél al cual perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado.
44 Y vuelto á la mujer, dijo á Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, no diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha limpiado con los cabellos.
45 No me diste beso, mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies.
46 No ungiste mi cabeza con óleo; mas ésta ha ungido con ungüento mis pies.
47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados son perdonados, porque amó mucho; mas al que se perdona poco, poco ama.
48 Y á ella dijo: Los pecados te son perdonados.
San Lucas 7 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

Lucas 7:17-48 in Versión Biblia Libre

17 Y la noticia acerca de Jesús se difundió por toda Judea y sus alrededores.
18 Los discípulos de Juan le contaron todo esto a él.
19 Entonces él llamó a dos de sus discípulos y les dijo que fueran a ver a Jesús, y le preguntaran: “¿Eres tú el que hemos estado esperando, o debemos esperar a otro?”
20 Y cuando ellos llegaron donde Jesús, le dijeron: “Juan el Bautista nos envió donde ti, para preguntarte: ‘¿Eres tú el que hemos estado esperando o deberíamos esperar a otro?’”
21 Justo en ese momento Jesús sanó a muchas personas de sus enfermedades, de espíritus malignos e hizo ver a muchos ciegos.
22 Entonces Jesús le respondió a los discípulos de Juan: “Vayan y díganle a Juan lo que han visto y oído. Los ciegos ven, los cojos caminan, los leprosos son curados, los sordos oyen, los muertos han vuelto a vivir, y los pobres tienen la buena noticia.
23 Cuán bueno es para los que no se ofenden por mi causa.”
24 Después que los mensajeros de Juan se fueron, Jesús comenzó a decir a la multitud: “Respecto a Juan: ¿Qué esperaban ver ustedes cuando salían a verlo en el desierto? ¿Una caña movida por el viento?
25 ¿Esperaban encontrar a un hombre vestido con ropas finas? No, los que usan ropas elegantes y viven con lujos se encuentran en los palacios.
26 ¿Buscaban a un profeta? Sí, él es un profeta, y les aseguro que él es más que un profeta.
27 “De él se escribió en la Escritura: ‘Mira, yo envío a mi mensajero para que vaya delante de ti y prepare tu camino.’
28 “¡Yo les digo a ustedes, ningún hombre nacido de mujer es más grande que Juan, pero incluso es menos importante en el reino de Dios es más grande que él!”
29 Cuando oyeron esto, todos—incluyendo los cobradores de impuestos—siguieron lo que Dios dijo que era lo correcto, pues habían sido bautizados por Juan.
30 Pero los Fariseos y los maestros religiosos rechazaban lo que Dios quería que hicieran, porque se habían negado a ser bautizados por Juan.
31 “¿Con qué compararé a este pueblo?” preguntó Jesús. “¿A qué son semejantes?
32 “Son como niños sentados en la plaza del mercado, diciéndose unos a otros: ‘Tocamos la flauta para ustedes y ustedes no bailaron; cantamos canciones pero ustedes no lloraron.’
33 Cuando Juan el Bautista vino, él no comía pan ni bebía vino, pero ustedes decían: está poseído por el demonio.
34 Ahora está aquí el Hijo del hombre, y él come y bebe con las personas, pero ustedes dicen: ‘Miren, pasa el tiempo comiendo mucha comida y bebiendo mucho vino. Además es amigo de los recaudadores de impuestos y de los pecadores.’
35 ¡Sin embargo, los caminos sabios de Dios son demostrados por todos aquellos que lo siguen!”
36 Uno de los Fariseos invitó a Jesús a comer con él. Y Jesús fue a la casa del Fariseo y se sentó a comer.
37 Pero una mujer, que era una pecadora en esa ciudad, supo que Jesús estaba comiendo en la casa del Fariseo. Se dirigió allí, llevando un frasco con perfume de alabastro.
38 Se arrodilló junto a Jesús y con sus lágrimas mojó sus pies, luego las secó con su cabello. Ella besó sus pies, y luego derramó el perfume sobre ellos.
39 Cuando el Fariseo que había invitado a Jesús vio esto, pensó: “Si este hombre realmente fuera un profeta, sabría quién es esta mujer que lo está tocando, y qué clase de persona fue. ¡Sabría que ella es una pecadora!”
40 Jesús alzó la voz y dijo: “Simón, tengo algo que decirte.” “Dime, maestro,” respondió él.
41 “En cierta ocasión, dos personas le debían a un prestamista. Una persona debía quinientos denarios, la otra persona debía solo cincuenta.
42 Ninguna de las dos personas podía devolverle el dinero, así que el prestamista les perdonó las deudas. ¿Cuál de las dos personas lo amará más?”
43 “Aquella a la que le perdonó más, diría yo,” respondió Simón. “Estás completamente en lo correcto,” dijo Jesús.
44 Y dándose vuelta hacia la mujer, le dijo a Simón: “¿Ves a esta mujer? Cuando vine a tu casa, no me ofreciste agua para lavar mis pies. Pero ella ha lavado mis pies con sus lágrimas, y los ha secado con su cabello.
45 Tú no me diste un beso, pero desde que llegué ella no ha parado de besar mis pies.
46 Tú no ungiste mi cabeza con aceite, pero ella derramó perfume sobre mis pies.
47 Así que yo te digo: sus muchos pecados han sido perdonados, por eso ella ama tanto. Pero al que se le perdona poco, solo ama un poco.”
48 Entonces Jesús le dijo a la mujer: “Tus pecados han sido perdonados.”
Lucas 7 in Versión Biblia Libre