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Lucas 6:2-32 in Spanish

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Lucas 6:2-32 in La Biblia en Español Sencillo

2 Pero algunos de los fariseos dijeron: ¿Por qué hacen lo que no es correcto hacer en sábado?
3 Y Jesús dijo: ¿No han leído en las Escrituras lo que hizo David cuando tuvo hambre, él y los que estaban con él?
4 ¿Cómo entró en la casa de Dios y tomó el pan santo consagrado a Dios, que solo los sacerdotes podían tomar, y lo dio a los que estaban con él?
5 Y él dijo: El Hijo del hombre es Señor aun del sábado.
6 Y sucedió que en otro día de reposo, él entró a la sinagoga y estaba enseñando allí. Y había un hombre allí cuya mano derecha estaba seca.
7 Y los escribas y los fariseos lo espiaban para ver si él lo sanaba en el día de reposo, para tener un pretexto para acusarle.
8 Pero él sabía lo que pensaban en ellos; y le dijo al hombre cuya mano estaba seca: levántate y ven en el medio. Y él se levantó y se puso de pie.
9 Y Jesús dijo: les haré una pregunta: ¿Es correcto hacer el bien en sábado o hacer el mal? dar vida o quitarla?
10 Y mirándolos alrededor a todos ellos, le dijo: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano quedó sana.
11 Pero estaban llenos de ira, y hablaban entre sí de lo que podrían hacerle a Jesús.
12 Y aconteció en aquellos días que él salió a la montaña a orar; y estuvo toda la noche orando a Dios.
13 Y cuando era de día y, volviéndose a sus discípulos, hizo una selección de doce entre ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles;
14 Simón, a quien dio el nombre de Pedro, y Andrés, su hermano, y Santiago, y Juan, y Felipe, y Bartolomé,
15 Y Mateo, y Tomás y Jacobo, hijo de Alfeo, y Simón, que fué llamado el Zelote,
16 Y Judas, el hijo de Jacobo, y Judas Iscariote, el traidor.
17 Y descendió con ellos a un lugar llano, y en compañía de sus discípulos, y un gran número de personas de toda Judea y Jerusalén y de las partes de Tiro y Sidón junto al mar, vinieron para oirle y para ser sanado de sus enfermedades;
18 Y aquellos que estaban atribulados con espíritus inmundos eran sanados.
19 Y todo el pueblo deseaba ser tocado por él, porque el poder salía de él y los sanaba a todos.
20 Y volviendo la vista á sus discípulos, dijo: Bienaventurados los pobres, porque el reino de Dios es de ustedes.
21 Bienaventurados los que tienen hambre, porque serán saciados. Bienaventurados los que lloran ahora; porque se alegrarán.
22 Bienaventurados ustedes, cuando los hombres los aborrezcan, y cuando los expulsen, cuando los insulten, cuando desprecien su nombre como cosa mala, por causa del Hijo del hombre.
23 Alégrense en aquel día, y alégrense, porque su recompensa en los cielos será grande; porque sus padres hicieron estas mismas cosas a los profetas.
24 Ay! de ustedes los que tienen riquezas! porque ya han sido consolados.
25 Ay! de ustedes que están saciados, porque tendrán hambre. Ay! de ustedes que se están riendo ahora, porque estarán llorando de tristeza.
26 Ay! de ustedes cuando todos los hombres les dan su aprobación; porque así lo hicieron sus padres a los falsos profetas.
27 Pero yo les digo a ustedes quienes me escuchan: Tengan amor por los que están en tu contra, hagan bien a los que les odian;
28 Bendigan a los que los maldicen, digan oraciones por aquellos que son crueles con ustedes.
29 Si un hombre te da un golpe en un lado de la cara, preséntale también la otra; y al que te quita la capa, ni aun la túnica le niegues.
30 Da a todos los que vengan a pedir, y si un hombre se lleva lo tuyo, no intentes recuperarlo nuevamente.
31 Haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti.
32 Si tienes amor por aquellos que te quieren, ¿qué crédito tienes? porque aun los pecadores tienen amor por aquellos que los aman.
Lucas 6 in La Biblia en Español Sencillo

San Lucas 6:2-32 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

2 Y algunos de los Fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los sábados?
3 Y respondiendo Jesús les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, qué hizo David cuando tuvo hambre, él, y los que con él estaban;
4 Cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, y comió, y dió también á los que estaban con él, los cuales no era lícito comer, sino á solos los sacerdotes?
5 Y les decía: El Hijo del hombre es Señor aun del sábado.
6 Y aconteció también en otro sábado, que él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba allí un hombre que tenía la mano derecha seca.
7 Y le acechaban los escribas y los Fariseos, si sanaría en sábado, por hallar de qué le acusasen.
8 Mas él sabía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él levantándose, se puso en pie.
9 Entonces Jesús les dice: Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en sábados hacer bien, ó hacer mal? ¿salvar la vida, ó quitarla?
10 Y mirándolos á todos alrededor, dice al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fué restaurada.
11 Y ellos se llenaron de rabia; y hablaban los unos á los otros qué harían á Jesús.
12 Y aconteció en aquellos días, que fué al monte á orar, y pasó la noche orando á Dios.
13 Y como fué de día, llamó á sus discípulos, y escogió doce de ellos, á los cuales también llamó apóstoles:
14 A Simón, al cual también llamó Pedro, y á Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé,
15 Mateo y Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, y Simón el que se llama Celador,
16 Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que también fué el traidor.
17 Y descendió con ellos, y se paró en un lugar llano, y la compañía de sus discípulos, y una grande multitud de pueblo de toda Judea y de Jerusalem, y de la costa de Tiro y de Sidón, que habían venido á oirle, y para ser sanados de sus enfermedades;
18 Y los que habían sido atormentados de espíritus inmundos: y estaban curados.
19 Y toda la gente procuraba tocarle; porque salía de él virtud, y sanaba á todos.
20 Y alzando él los ojos á sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres; porque vuestro es el reino de Dios.
21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre; porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.
22 Bienaventurados seréis, cuando los hombres os aborrecieren, y cuando os apartaren de sí, y os denostaren, y desecharen vuestro nombre como malo, por el Hijo del hombre.
23 Gozaos en aquel día, y alegraos; porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres á los profetas.
24 Mas ¡ay de vosotros, ricos! porque tenéis vuestro consuelo.
25 ¡Ay de vosotros, los que estáis hartos! porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis.
26 ¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres dijeren bien de vosotros! porque así hacían sus padres á los falsos profetas.
27 Mas á vosotros los que oís, digo: Amad á vuestros enemigos, haced bien á los que os aborrecen;
28 Bendecid á los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.
29 Y al que te hiriere en la mejilla, dale también la otra; y al que te quitare la capa, ni aun el sayo le defiendas.
30 Y á cualquiera que te pidiere, da; y al que tomare lo que es tuyo, no vuelvas á pedir.
31 Y como queréis que os hagan los hombres, así hacedles también vosotros:
32 Porque si amáis á los que os aman, ¿qué gracias tendréis? porque también los pecadores aman á los que los aman.
San Lucas 6 in Santa Biblia — Reina Valera 1909

Lucas 6:2-32 in Versión Biblia Libre

2 Entonces algunos de los Fariseos lo cuestionaron, diciéndole: “¿Por qué están ustedes haciendo lo que no está permitido hacer en sábado?”
3 Jesús respondió: “¿Ustedes nunca han leído lo que David hizo cuando él y sus hombres tuvieron hambre?
4 ¿Y cómo entró a la casa de Dios y tomó el pan consagrado? Lo comió, y lo dio a comer a sus hombres también. Eso tampoco está permitido. El pan consagrado es solo para los sacerdotes.”
5 Entonces les dijo: “El Hijo del hombre es Señor del sábado.”
6 Aconteció que otro sábado Jesús entró a enseñar en la sinagoga. Y había allí un hombre que tenía su mano derecha lisiada.
7 Los maestros religiosos y los Fariseos estaban observando a Jesús atentamente para ver si sanaría en sábado. Porque ellos querían encontrar algún motivo para acusarlo.
8 Pero Jesús sabía lo que había en sus mentes. Entonces le dijo al hombre con la mano lisiada: “Levántate, y ponte en pie aquí delante de todos.” Y el hombre se levantó y se quedó allí en pie.
9 Entonces Jesús se dio vuelta hacia ellos y dijo: “Permítanme hacerles una pregunta: ¿Es legal hacer el bien en sábado, o el mal? ¿Salvar vidas o destruirlas?”
10 Y miró a su alrededor a todos los que estaban allí. Entonces le dijo al hombre: “Extiende tu mano.” Y el hombre lo hizo, y su mano volvió a estar como nueva.
11 Pero ellos se enfurecieron, y comenzaron a analizar respecto a lo que podrían hacerle a Jesús.
12 Un día, poco tiempo después, Jesús subió a una montaña para orar. Allí se quedó toda la noche, orando a Dios.
13 Cuando llegó la mañana, reunió a sus discípulos, y eligió a doce de ellos. Estos son los nombres de los apóstoles:
14 Simón (también llamado Pedro por Jesús), Andrés su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé,
15 Mateo, Tomás, Santiago el hijo de Alfeo, Simón el Revolucionario,
16 Judas el hijo de Santiago, y Judas Iscariote (quien llegó a ser el traidor).
17 Jesús descendió de la montaña con ellos, y se detuvo en un lugar donde había una gran llanura. Estaban rodeados de una multitud de discípulos y muchas otras personas de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón. Y se habían reunido para escucharlo y para que los sanara de sus enfermedades.
18 Los que estaban aquejados por espíritus malignos también eran sanados.
19 Todos los que estaban en la multitud intentaban tocarlo, porque de él salía poder y los sanaba a todos.
20 Mirando a sus discípulos, Jesús les dijo:
21 “Cuán felices ustedes los pobres, porque el reino de Dios es de ustedes. Cuán felices ustedes los que ahora tienen hambre, porque comerán todo lo que necesiten. Cuán felices ustedes los que ahora están llorando, porque reirán.
22 “Cuán felices ustedes cuando la gente los odie, los rechace, los insulte y maldiga sus nombres por mí, que soy el Hijo del hombre.
23 Cuando llegue ese día, estén felices. Salten de alegría porque es grande la recompensa que tienen ustedes en el cielo. No olviden que los ancestros de ellos también maltrataron así a los profetas.
24 “Pero cuánto pesar por ustedes los ricos, porque ya tienen su recompensa.
25 “Cuánto pesar por los que ahora están saciados, porque estarán hambrientos. Cuánto pesar por ustedes los que ahora ríen, porque llorarán y se lamentarán.
26 “Cuánto pesar por ustedes cuando todos los alaben. No olviden que sus ancestros también alabaron de esta manera a los falsos profetas.
27 “Pero yo les digo a todos ustedes que están oyendo: Amen a sus enemigos. Hagan el bien a quienes los odian.
28 Bendigan a quienes los maldicen. Oren por quienes los maltratan.
29 Si alguien los golpea en la mejilla, pongan la otra. Si alguien les quita el abrigo, no se opongan a que les quiten su camisa.
30 Den a cualquiera que les pida. Si alguien les quita algo, no lo pidan de vuelta.
31 Hagan con otros lo que quieren que hagan con ustedes.
32 “Si ustedes aman a quienes los aman, ¿por qué merecerían algún crédito por ello? Hasta los pecadores aman a quienes los aman.
Lucas 6 in Versión Biblia Libre